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Las historias cortas mejor conocidas como storytelling surgen recientemente como una estrategia de marketing, se han puesto de moda por su alta efectividad para conseguir un determinado objetivo. El contar historias cortas puede servir para informar, motivar, vender, conocer opiniones, conquistar simpatizantes o destrozar adversarios.

Los políticos las vienen usando desde las elecciones del 2006, 2012, 2018 y ahora en el 2024 con mayor intensidad, para posicionar su imagen con mensajes, exaltando sus virtudes y cualidades o criticando y satirizando a sus adversarios. El storytelling es altamente efectivo por su versatilidad para persuadir y mover las emociones de quienes las ven o escuchan. Sin duda, nos inundaran hasta el hartazgo durante las campañas políticas y las veremos a todas horas del día a través de los celulares inteligentes. Las redes sociales serán el campo de batalla predilecto de estas historias.

Pero cuáles son les efectos de esta estrategia de marketing político. Las modas de los strorytelling generan un gran vacío narrativo, así lo apunta Yul Chul Ham, “porque ahondan la crisis de la narración”, los storytellin son ligeros y carentes de sentido, no hay conclusiones ni propuestas que sean congruentes con la realidad por lo estrecho de su narrativa. Pasan tan rápido que apenas nacen, mueren en pocos días porque de inmediato son desplazadas por otra dejando un enorme vacío, generando con ello desconcierto y desesperanza.

Pondré algunos ejemplos: El inquilino del Palacio Nacional se ha convertido en un experto de producir historias cortas “la corrupción se barre como las escaleras de arriba para abajo, porque somos diferentes no somos iguales, no mentimos, no robamos, no traicionamos, primero los pobres” y ante el mínimo cuestionamiento, “son los conservadores, neoliberales o la prensa pagada y oligárquica” que lo critican. Claudia Sheinbaum solo se ha concretado a repetir el mismo storytelling del presidente y Xóchitl Gálvez “de niña vendió gelatinas para sostener a su familia, pago su carrera de ingeniería en la UNAM trabajando y estudiando y hoy es una empresaria exitosa, es entrona y a ella no le asusta el presidente usando una que otra grosería”.

Los que mejor están utilizando este recurso de los storytelling nos refiere Yul Chul Ham, son los populistas, nacionalistas, la extrema derecha y de izquierda, los tribalismos y las teorías conspiracionistas. Me parece que bajo este entorno los usuarios de las redes sociales, en mayor o menor grado, están contribuyendo al fomento y reproducción de este fenómeno mediático de historias cortas.

Los grandes relatos o narraciones de la historia como el cristianismo, el iluminismo, el marxismo y el capitalismo están en crisis porque hoy en día hay muchas narraciones y aquellos grandes relatos han perdido vigencia. Lo que está de moda hoy son los storytelling y todo mundo puede hacer una historia corta de su vida exitosa y subirla a las redes sociales, ignorando, tal vez, que son efímeras, porque no tienen principio ni trama ni fin, pero, sobre todo, ni conclusiones y por eso muchas personas se sienten vacías y no le encuentran sentido a su vida.

Bajo este referente de los storytelling y la crisis de las narraciones, el diálogo languidece y solo domina la información que se evapora constantemente. La pantalla digital se ha convertido en formas de exhibición, ya no crean referentes ni comunidad. Por ello, me parece, que el análisis crítico y político será limitado.