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Alejandro Moreno puso el último clavo en el ataúd del PRI

 

Buenos días a todos, qué gusto me da saludarlos esta mañana muy lluviosa de miércoles en Cuernavaca, así como hemos vivido estos días de climas inestables, de climas impredecibles, hoy tenemos que hablar de lo impredecible que puede ser la política en estos tiempos y me refiero a la celebración de la Asamblea Nacional del PRI, en los pasados días tuvieron que esconderse en un recinto privado al que sólo tuvieron acceso aquellos integrantes del Consejo Político Nacional afines al dirigente espurio Alejandro Moreno Cárdenas, para definir el destino del priismo, de su militancia, pero sobre todo para reformar los estatutos que le dieron origen al PRI en la historia democrática de México.

Y es que basta recordar cómo surgió el priismo a la política de México, cómo le dio vida en el sistema de partidos en el país, como con su creación, su desarrollo pasando por la capacitación de sus cuadros, hubo generaciones gloriosas para el PRI, para sus militantes, y desde luego desde esta perspectiva para el desarrollo del Mexico que hoy vivimos.

Desde luego todo lo que comienza en algún momento tiene que terminar hace seis años cuando más o menos arribó Alejandro Moreno a dirigir al Partido Revolucionario Institucional, muchos incluido este servidor, sentimos que habría de haber trabajo cercano a las bases, asumiendo que el señor Moreno, era un político que habría ganado todas sus posiciones desde el priismo más legítimo en su historia, accedió a ser Diputado Federal, Diputado Local, Senador de la República, Gobernador de su estado incluso, en fin cada uno de esos puestos habrían sido de manera legítima obtenidos en las urnas y con la aprobación de la ciudadanía, de los votantes y de las estructuras del partido.

Porque parece hoy, a la mayoría de los priistas se les olvidó el programa de acción, aquello de que el PRI es un partido orgulloso de su historia de haber sido el partido que encabezó el tránsito de la lucha armada a un país de instituciones, el partido que dio cause a las aspiraciones de las y los mexicanos e impulsó las grandes transformaciones que México demandaba al concluir la Revolución.

Hoy Mexico vive una historia democrática distinta. La nación respaldó al Presidente de la República, a la nueva Presidenta electa de México y a su visión particular de desarrollo, mediante el voto que sepultará -si no es que ya sepultó- la historia del partido creador de instituciones, de gobernabilidad, pero sobre todo sepultó al partido de la negociación, al partido de los acuerdos, al partido de las estructuras, otrora maquinaria electoral, de movilización y voto corporativo.

Lo que pasó la semana pasada con la reforma estatutaria del partido en la que hoy permite la reelección de su dirigente nacional, no es otra cosa más que alargar la agonía de un instituto político, sin brazos, sin cerebro, sin corazón que lata al ritmo de la nueva realidad histórica y política en el país, un partido que no tiene piernas con las que caminar, los barrios, las colonias, las unidades habitacionales, los poblados, los municipios y los estados del país, porque simplemente no existe una propuesta viable para recuperar a la militancia que en el camino ha dejado de existir, ni siquiera los priistas de primer nivel, pueden asumir la posibilidad de resurgir en la escena nacional de manera decorosa.

Lo que Alejandro Moreno ha hecho del PRI es simplemente llevarlo a su desaparición. El PRI, correrá en tres años, la misma suerte que hoy está corriendo el Partido de la Revolución Democrática si no es capaz de renovarse, de refundarse, de reestructurar sus documentos básicos, su programa de acción, pero sobre todo de cara a la sociedad y a las nuevas generaciones de mexicanas y mexicanos.

Y ya por último, para terminar de hablar de este tema, hay que dejar en la conciencia colectiva, que la amenaza del señor Moreno Cárdenas a los pocos priistas de orden nacional que no están de acuerdo en el albazo que cometió la semana pasada, no es más que alardear de épocas pasadas, recordemos que los últimos seis años ese ha sido el estilo del señor Alejandro Moreno, al frente del priismo nacional. Si somos verdaderamente críticos, debemos o deben los priistas de a deveras, reclamarle la peor participación en política de qué se tenga memoria en la historia del partido.

El triunfo de Claudia Sheinbaum es la realidad de la democracia nacional hoy en día y el PRI hoy será siquiera tal vez la cuarta o quinta fuerza política del país. Alejandro Moreno, debería darle vergüenza como, de manera perniciosa, burda, cobarde y vil, reformó en lo oscurito, los estatutos de un partido con tanta historia democrática en México, con el único fin de perpetuarse en el poder y seguir manipulando las pocas prerrogativas que no sirven para nada si se quisiera hacer política desde los sectores, desde las organizaciones, desde las estructuras del partido, pero que para él y su forma de vida y su estilo de vida son muchas y desde hoy sentenciamos que seguramente será el presidente del comité ejecutivo nacional del PRI, pero no será el Senador que represente los intereses del partido en la Cámara de Senadores, porque en los hechos será el próximo esquirol de la política nacional y servirá a los intereses del Gobierno Federal y de la bancada de Morena en el Senado Alejandro Moreno le ha puesto el último clavo al ataúd que sepultará al PRI y a su historia democrática en la vida política de México.

Te habrías vuelto a morir papá, te amo.

* Padre de familia, político y soñador en busca siempre de un mejor Morelos para todos.

MUCHAS GRACIAS, FELIZ JUEVES.