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La actuación judicial fue veloz y contundente a favor de América López Rodríguez. El Juzgado Cuarto de Distritodecidió otorgarle un amparo, ordenó su reinstalación al frente de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF), desechó por improcedente el juicio por supuesto ejercicio indebido del servicio público que se le pretendió entablar y apercibió a los 15 diputados que promovieron sudestitución por violentar los derechos de la servidora pública, los cuales le deberán ser restituidos.

De nada le valió al Legislativo la modificación fast track de su reglamentación interna, aunque las soberanas atribuciones del Congreso no fueron el problema, sino las endebles pruebas que se presentaron en contra de López Rodríguez, a pesar de los dichos de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción del Estado de Morelos.

La actuación de la llamada Fiscalía Anticorrupción parece haber sido principalmente mediática con cateos espectaculares a supuestos domicilios no oficiales de la ESAF, el hallazgo de también supuestas cuentas bancarias paralelas y el hallazgo de que presuntamente López Rodríguez es cliente frecuente de los almacenes Liverpool. Si todo eso se presentó ante el juez, de nada valió, aunque, desde luego, quizá se utilice en el futuro como combustible de nuevas demandas. 

El caso es que, por el momento, quien se queda sin empleo es José Blas Cuevas, nombrado como encargado del despacho en la ESAF, y a quien le bastaron horas para dar muestra de malas formas al emprender una cacería de funcionarios y trabajadores de la Entidad Superior, pues pidió la renuncia de decenas de ellos, quienes se quejaron de amenazas, maltratos, violaciones a la ley y que los trataran como criminales.

Es decir, José Blas Cuevas pretendió utilizar, al interior de la ESAF, la misma receta que usaron los diputados en contra de América López.

Las preguntas obligadas son: ¿cuál era la prisa por desmantelar la ESAF? ¿”alguien” tiene miedo de “algo” que se estaba cocinando en su interior? Desde luego, aunque lógicas, éstas preguntas también podrían ser ociosas, pero este tipo de actuaciones son el mejor caldo de cultivo para rumores y sospechas. Y Morelos ya no está para eso.

El debate presupuestal y las opiniones públicas del Ejecutivo (“algunos diputados son unos sinvergüenzas”) y del Legislativo (“este gobierno solo hace obritas y pretende manejar el presupuesto a su antojo”) ha proyectado una pésima imagen de todos los involucrados quienes, al parecer,prefieren detener la administración pública, en el que van los aguinaldos de servidores públicos por ejemplo, a dar su brazo a torcer.

Este debate está lejos de terminar pues los ánimos se han caldeado a lo largo de las últimas semanas. Con seguridad los tribunales tendrán mucho trabajo próximamente, ahora incluso por las demandas que los trabajadores de la ESAF amenazaron con interponer tanto contra el efímero encargado de despacho como en contra de algunos legisladores. 

También se podrían interponer nuevas demandas contra América López Rodríguez, quien no debería confiarse pues solo ha salido vencedora del primer asalto.

En el fondo, en el desgaste público de instituciones y personajes, los que pierden, como siempre, son Morelos y su pueblo.

Zafra

En época de vacas flacas, dentro de los cálculos de nuevas tarifas, además de salir de la bancarrota, también hay que pensar en la calidad y cobertura del servicio

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