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Hugo Carbajal Aguilar

Así que, obviamente, la disputa política electoral es entre el sector conservador pro-oligárquico, enfrentado a la centroizquierda latinoamericana.

GUATEMALA tiene más de 17 millones de habs. El 60% población originaria y el 61.6% en condiciones de pobreza extrema. Sin duda, dentro de los países latinoamericanos con mayor población indígena como México, Perú y Bolivia, Guatemala albergan una diversidad de comunidades originarias, como decía Simón Bolívar “los legítimos propietarios de estas tierras”, los pueblos mayas. Son un estimado de 6.5 millones (43.75%) como: “Achi’, Akateco, Awakateco, Chalchiteco, Ch’orti’, Chuj, Itza’, Ixil, Jacalteco, Kaqchikel, K’iche’, Mam, Mopan, Poqomam, Poqomchi’, Q’anjob’al, Q’eqchi’, Sakapulteco, Sipakapense, Tektiteko, Tz’utujil y Uspanteko”. Y otras comunidades como los Garífuna, Xinka y Creole o afrodescendiente.

Medio millón de personas emigran a los EU vía México al año. Ha crecido la violencia criminal, la persecución política de activistas que defienden los Derechos Humanos, jueces que se han exiliado y periodistas amenazados de muerte y cerrados sus canales de información y de expresión.

En la llamada época democrática, en los últimos años del siglo XX, hubo más de 200 mil muertos y 50 mil desaparecidos. Todo esto, sin considerar los golpes militares a partir de 1954 contra el presidente Jacobo Arbenz Guzmán. De ahí, nos describe Dolores Gandulfo: “Gobernar Guatemala no será tarea fácil para el próximo mandatario, las prácticas clientelares y de acarreo del poder territorial se reflejan en los resultados parlamentarios donde el oficialismo conserva mayoría. Las transformaciones sociales no se dan de un día para el otro, pero cualquiera de los dos que gane representaría un cambio de rumbo en las políticas que históricamente se vienen llevando, y a las que los y las guatemaltecas le dijeron basta en las urnas”. (https://www.nodal.am/2023/06/guatemala-fue-a-las-urnas-con-esperanzas-de-cambio/).

Algo más grave. A la defensora de Derechos Thelma Cabrera, Maya Mam, candidata a la Presidencia por el Movimiento por la Liberación de los Pueblos, MLP, acompañada por el exprocurador de Derechos Humanos (Ombudsman) Jordán Rodas, candidato a la Vicepresidencia, no se les permitió participar.

Nos dice Kajkoj Máximo Ba Tiul (Maya Poqomchi, antropólogo, filósofo, teólogo, investigador), en El fascismo guatemalteco contraataca. Durante muchos años hemos soñado con un país diferente, hemos perdido a familiares, amigas, hermanas, madres, abuelas, por la lucha incansable para instaurar la igualdad de derechos. Quienes vivimos los años duros de las dictaduras militares, que nos azotó a finales del siglo XX y que dejó más de 400 aldeas arrasadas, más de 200,000 muertos, además de niñas desaparecidos y más de un millón de desplazados.

La guerra y las dictaduras nos sumieron en una cultura del miedo y de la indiferencia. Comenzamos a construir el Individualismo de la sociedad fría y conservadora, que destruye poco a poco el Colectivismo de la Comunidad. Fuimos dejando los valores comunitarios y asumiendo el individualismo-egoísta que se nutre del consumismo. Asumimos un concepto de religión que esperaba que los cambios tenían que venir de “Dios” y por eso, se pensó que quemando candelas delante de cualquier imagen traería la paz y terminaría con los muertos y las desapariciones.

Estos salvajes asesinos, siempre se presentan como mansas palomas, como los protectores, héroes y salvadores. Se presentan como los que traen la vida. Pero nunca cuentan que estos “demonios del mal”, solo ofrecieron muerte. Ante ellos, había que aceptar vida o muerte, libertad o cárceles. Rebeldía, resistencia o persecución, opresión y represión.

Cuando quisimos volver a la vida, “los dinosaurios seguían allí”, como dijo Augusto Monterroso. Los fósiles y los corruptos estaban allí. Los criminales, hijos y nietos de los criminales viejos, están allí, para seguir con el proyecto depredador como suelen hacerlo los chacales y fascistas. No les interesa el pueblo, sino su proyecto, sus intereses, sus bolsillos, su familia, su seguridad.

Después de una victoria del pueblo, sacan a relucir sus filosos colmillos, para asestar el golpe mortal abalanzándose en contra de un pueblo que sufre por el hambre y la desnutrición. Que carece de escuelas, de Centros de Salud, de medicinas, de carreteras. Engañaron al pueblo con la idea del “come niños”, que “les quitará sus casas”, que se “llevará a sus hijas”, que “les quitará las tierras”.

Para saciar su hambre de avaricia y corrupción, infunden el miedo al comunismo, porque saben que Guatemala es mayoritariamente religiosa y conservadora.

Por su parte, Itzamná Ollantay: Esta batalla electoral no será sólo desigual como en el 2019, lo que se avizora es y será una apoteósica batalla donde toda la maquinaria legal e ilegal, la Embajada norteamericana, los partidos neoliberales, corporaciones nacionales y transnacionales, sus medios de difusión, la clase media reducida más las jerarquías religiosas, estarán disparando en contra. Se suma el racismo, el clasismo y el machismo que configura la psicología de la población en un país colonizado por más de cinco siglos.

No cabe duda, para este 2023, Guatemala presenta la apasionante contienda electoral definitoria entre la Vida, Buen Vivir y la Muerte, Neoliberalismo. El próximo 20 de agosto será la segunda vuelta. Estaremos atentos…