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Hace un lustro, la Cámara Minera de México organizó un taller para periodistas conducido por personal del Grupo México (GM). Una joven ejecutiva, responsable del área de relaciones con los pueblos, explicó a la veintena de participantes la política de la empresa. A través de sus centros culturales llamados la Casa Grande, promueve una dudosa vida comunitaria al organizar talleres para emprendedoras, cursos para niños y, la gran simulación, busca convencer a la gente sobre la imaginada sustentabilidad de la extracción de metales a tajo abierto al crear unos pocos viveros. La representante de GM advirtió a su público que no aceptaría ninguna pregunta relacionada con el derrame de 40 mil metros cúbicos de sulfuros de la presa de jales de la minera en el río Bacanuchi, ocurrido en agosto de 2014. Con la autoridad que da el poder, la ejecutiva canceló toda posibilidad de hablar del tema.

La organización internacional Women In Mining (Mujeres en la Minería), promueve en México la perspectiva de género en el sector minero. Las mega mineras propagandizan que cada vez más mujeres acceden a puestos directivos. La nueva presidenta del clúster minero de Chihuahua es la directora de sustentabilidad y relaciones públicas en Agnico Eagle Mines Limited. Transnacional que la promovió al puesto más alto de ese organismo. En el clúster, se coordina la extracción de metales y minerales en cada entidad federativa. La nueva jefa de esa entidad estadoempresarial describió las tres campanitas del discurso del capital minero global: la responsabilidad ambiental, la innovación y las relaciones gubernamentales.

La minería extractiva presenta una nueva cara para embaucar a la población con el libreto del desarrollo y el empleo regional. Las ejecutivas e ingenieras de alto nivel de las mineras sirven a esa imagen. Eso sí, siempre acompañadas de la voz masculina, en este caso, del representante del gobierno de Chihuahua quien reiteró que el clúster es una alianza estratégica.

El clúster minero internacional y sus símiles en México se han apropiado de la perspectiva de género para encubrir su actividad depredadora. Mantienen una campaña de incorporación de esta perspectiva al insistir que las mujeres ocupan más puestos directivos, sobre todo como directoras de sostenibilidad, operativas, seguridad y digitalización minera en alianzas con instituciones de educación superior públicas y privadas.

Las ejecutivas de las mega mineras son reproductoras del engaño. Son tiempos de la cooptación empresarial y política, la manipulación y la adaptación a la mentira por dinero. En esta industria de muerte, la perspectiva de género en los altos niveles es útil para mantener el control sobre los minerales de la región.

La realidad de las operaciones mineras en México es muy diferente. La investigación de CartoCrítica sobre las minas que extraen metales en México, acreditó que muchas empresas no cumplen con las regulaciones ambientales. Destaca que el 38% de ellas, no tienen o negaron la información sobre las evaluaciones de impacto ambiental, 23% no cuentan con información sobre el estado de sus depósitos de jales, 62% no tienen concesiones de agua, 72% no tienen permiso para sus descargas contaminantes y que 55% de estas empresas no tienen un solo reporte de Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes en 17 años.

Por otro lado, en la base trabajadora de la minería hay cada vez más mujeres que nada tienen que ver con las ejecutivas que transmiten la voz patriarcal del capital minero. Las mineras reales, conducen los camiones que cargan toneladas de piedra, se ubican en el manejo de máquinas, en las áreas de laboratorio que analizan los contenidos de metal en la roca pero, en su mayoría, en las labores de limpieza. La proporción de las trabajadoras de base es pequeña y, por testimonio directos, sé que el trabajo en la mina trae consecuencias serias para su salud y la de sus hijos, sobre todo en el embarazo.

Representar a quien destruye la naturaleza y se presta para engañar a los pueblos no rompe el techo de cristal, ni siquiera lo astilla.

*Profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México