loader image

Andrés Uribe Carvajal

El Memory Boy fue el primer pedal delay que compré. Para ser más claro te explico: el delay es un efecto de sonido que consiste en la multiplicación retraso (de ahí su nombre en inglés) de una señal sonora. Esta señal se procesa y una vez hecho, se llega a mezclar con la señal original dando un efecto de eco, parecido como cuando gritas tu nombre en un lugar solitario y se te regresa unos momentos después. El pedal viene en forma de una caja que cuenta con unas cuantas perillas y dos botones que se presionan con el pie logrando el efecto deseado.

Mi memory boy desde hace días no responde. Su vida se puede leer en un foco intermitente rojo que prende y apaga como si fuese un corazón que late, sabes que se mantiene vivo porque hace ese titileo. Por cierto busqué la palabra titilar en el diccionario y su significado es: Agitarse con ligero temblor . 2. intr. Dicho de un cuerpo luminoso : Centellear con ligero temblor. ¿No te parece bonito? todo lo que está vivo se agita de alguna manera, todo temblor evoca la vida que irradia dentro, y cuando se apaga, como a menudo hacen las estrellas cuando se cansan; mueren. Por eso la vida es un constante agitar, un constante temblor.

El Memory Boy hace días que no lo hace de manera regular, como si viviera espasmos o pequeños paros cardiacos. Intenté llevarlo con doctores pero el diagnóstico no fue del todo positivo, sobre todo porque no dan aún con la falla, y no hay nada peor que la incertidumbre médica, pues su cura puede encontrarse en cualquier estante, pero por no saber qué es y por miedo a recetar mal, no se administra mientras el paciente agoniza lentamente – una tragedia.

Nunca he sido muy apegado a las cosas, casi a nada, pero de alguna manera lo que incluye un recuerdo importante, lo que abraza algo sentimental remueve en los artefactos inertes cierta vida, cierto temblor ligero que logra agitarme.


Era el año 2014 había sido invitado a formar parte de la agrupación Som bit ensamble de afro-funk y para mi sorpresa a los pocos meses de ser parte, nos llegó la invitación de una gira artística por Canadá, mi primera gira fuera del país. La verdad fue increíble, llegar con tu música a otro lado, con tus medios y presentarte al lado de gente de gran talla como Chico Trujillo, Los Van Van o Alaín Perez.

Nuestra primera parada fue el Sun-Fest en London Ontario, un gran festival. Contábamos con acomodación, transporte, comidas y podíamos disfrutar de los otros shows, ¿qué más podía pedir yo? Inclusive escuchamos al nieto de Astor Piazzola con su grupo Escalandrum, un alucine total.

Recuerdo que con el primer sueldo que ganamos, Vishnú Madera (bajista de Som bit) y yo fuimos corriendo a una tienda de instrumentos en Toronto; Steve´s music y compramos lo que pudimos. Había una vitrina llena de pedales, yo no tenía ninguno pues mi antecedente era la escuela jazzera, y esta peca generalmente de usar el tono clean, guitarra cable y amplificador nada más. Pero a mí siempre me habían interesado los efectos y crear atmósferas. Por azar elegí ese primer pedal de la marca Electro-harmonix.


El dependiente me dijo que era una gran elección. El problema fue que no tuve mucho tiempo de probarlo, cuando estás en gira no tienes muchos espacios para ensayar o estudiar, y menos un amplificador a la mano, así que me daba cuerda en las presentaciones en vivo, para ver que hacia esa caja llena de botones de colores y perillas. Las primeras veces hice un desastre llenando de feedback (saturación) y cosas raras mis solos, mientras Dario Abdala baterista de la banda, me veía con cara de; ¿qué estás haciendo? Ahora nos reímos de ello, pero en ese entonces estábamos en plena gira por todo Canadá con grandes escenarios por delante y yo probando mi nuevo juguete, – no era lo más apropiado.

Pero ¿qué se le puede hacer? tenía que estrenarlo, y domarlo poco a poco.

Después se volvió en parte de mi sonido, y no tocaba sino fuera con mi Memory Boy, lo utilizaba como mi booster más que delay, si subes un poco la ganancia da un poco de cuerpo y en varias grabaciones lo ocupe hasta feedbackear para crear saturación, llenando todo el espacio blanco de ruido. Un efecto bastante incómodo que sin embargo yo amo. El más puro noise.

Mientras uno gira la perilla de feedback hasta su limite, el foco rojo que titilea empieza a parpadear cada vez más rápido hasta parecer que no hay espacio entre sus respiraciones, quizá fue ese abuso absurdo lo que llevo al límite su vida, como una estrella que ya no pudo mantenerse más en el cielo, y se dejo caer.

En fin, hay artefactos/cosas por las que uno siente cariño, y quiere preservar más allá de la vida. Yo aún creo que es una cosa sencilla de circuito, y que alguien dará con el cable o con la arteria correcta que obstruye su flujo eléctrico que lo mantiene con vida. Sigo creyendo que aún nos faltan muchos festivales y saturaciones de ruido juntos, que aún existe en él cierto temblor y cierto titileo que no es otra cosa que el centellar de un cuerpo celeste en medio de la obscuridad de la noche.