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Como si necesitáramos más problemas en Morelos, la empresa canadiense Esperanza Silver (alias Alamos Gold, alias Zacatecas Silver) anunció hace unas semanas sus planes de exploración en una “zona profunda clave objetivo de intrusión cerca del Proyecto de Oro Esperanza, así como otros objetivos cercanos a la superficie alrededor del Proyecto de Oro Esperanza, en México”, aquí en Morelos.

Según su propia información, publicada en el sitio Rumbo Minero de America Mining, “una revisión reciente de la perforación histórica sugiere que los fluidos enriquecidos con oro y plata se obtuvieron de una intrusión mineralizada más profunda” por lo que “se llevarán a cabo estudios geofísicos en intrusiones mineralizadas más profundas para determinar tipos de objetivos potenciales. Hay varios objetivos prioritarios cerca de la superficie para la mineralización de oro y plata: La planificación de la exploración sigue a la alianza estratégica recientemente anunciada con la Comunidad de Tetlama, hogar del Proyecto de Oro Esperanza”.

Este “hogar” de la minera es un lugar empobrecido, árido, con pocas calles pavimentadas y que no tiene una sola tortillería; vecino de la comunidad indígena de Cuentepec y de la zona arqueológica de Xochicalco.

Pero la minera canadiense tiene siete licencias que abarcan al menos 15 mil hectáreas de Temixco, Xochitepec, Miacatlán y Coatetelco, y la actividad minera, si bien podría dar trabajo a unos cuantos que pudieran decidirse por cambiar el azadón por un pico, tiene el potencial de cambiar la vida de más de 200 mil personas y afectar de manera irreversible la naturaleza en la región, además de que utilizaría ingentes cantidades de agua.

Por eso, las comunidades vecinas se han comenzado a preparar. A principios del mes pasado, el municipio de Xochitepec se declaró libre de minería a tajo abierto y advirtieron que no entregarán ningún permiso para las actividades extractivas.

El presidente municipal de Xochitepec, Gonzalo Flores Zúñiga, aseguró que la decisión era para apoyar a la gente, los ecosistemas, los cultivos de los cultivos de los campesinos y los paisajes que caracterizan al municipio.

El edil dijo que el proyecto de Esperanza Silver “nos afecta muchísimo, estamos casi a un kilómetro de distancia, pero en esa distancia hay áreas urbanas, manantiales y ríos, ecosistemas muy bonitos que tenemos en esa parte del cerro”.

A pesar de las demandas de la comunidad, en Temixco se han rehusado a asumir un compromiso como el de Xochitepec, pero las comunidades de Tetlama -el supuesto “hogar” de la minera- y Cuentepec están en pie de lucha contra la minería en sus campos de siembra.

En Morelos ya hemos descuidado mucho nuestra naturaleza y, a pesar de su riqueza subterránea, es necesario repensar la sustentabilidad de este tipo de proyectos de minería moderna que se basan en prácticas invasivas y profundamente dañinas para la ecología en aras de una rápida ganancia, a pesar de lo que digan las empresas trasnacionales que se dedican a eso.

Hay que pensar con detenimiento si, por la riqueza actual de unos cuantos, se tira por la borda la riqueza natural que ya tenemos pero que ya no podríamos heredar a las futuras generaciones.