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Margarita González Saravia *

“Conocer nuestra historia es tener identidad con nuestra tierra.”

La caña de azúcar

Hoy  en el campo morelense son miles de familias que se sostienen de la producción de caña de azúcar. Si bien, en sus orígenes fueron tierras sembradas de algodón, maíz y verduras diversas, se reconvirtieron, debido a los intereses colonizadores, en grandes plantíos de caña. Vale la pena conocer cómo se liga la historia de Morelos,  a este importante producto agrícola. 

Tiene su origen en Nueva Guinea, aproximadamente  3,000 años A.C. A través de los siglos, y como consecuencia de conquistas, guerras e intereses comerciales, se extendió a diversos países de Asia y Europa: Borneo, Sumatra, India, China, Las islas Canarias, entre otros, antes de llegar a nuestro continente.

Cuando Colón llega a las islas del Caribe, en 1492, entre otros productos introduce la caña de azúcar. Esta se adaptó rápidamente en América, por las extraordinarias condiciones climatológicas, pues es una planta de clima tropical. Se desarrolló desde entonces como uno de los principales cultivos de varios países de centro y sud América: Cuba, Santo Domingo, Haití, Venezuela, Brasil, Colombia, Panamá, México, entre otros, generando una reconversión de las condiciones económicas y sociales en las regiones por la implementación de nuevos modelos de producción y comercialización.

No se explica el crecimiento productivo del azúcar, sin la esclavitud. La mano de obra esclava de los africanos fue un elemento fundamental para el desarrollo de la producción azucarera en América, pero también las famosas  “Encomiendas” generaron la esclavitud de los indios americanos para el desarrollo de la caña de azúcar. 

Cortés la induce en nuestro país durante el proceso de conquista, en 1521 a 1522. La importa desde Cuba y genera los primero plantíos en los Tuxtlas, Veracruz, las condiciones inmejorables de la tierra, el agua, el clima en varias regiones, provocó la expansión del cultivo en lugares como, Jalisco, Cuernavaca, Cuautla, Michoacán, Izúcar entre otros. 

Al ubicar su residencia en Morelos, Cortés fortalece la industrialización de la planta siendo Tlatenango el ingenio más importante exportador del producto hacia España.

 

 

El desarrollo de las haciendas azucareras en Morelos, durante los siglos XVI y XVII, XVIII y XIX, se basó en el proceso e industrialización. Se generaron grandes latifundios dedicados al cultivo: Tlaltenango, Cocoyoc, Chinameca, Coahuixtla, Montefalco, Atlacomulco, San Carlos, Tenextepango, San José Vista Hermosa, Ticumán entre muchos  otros. 

Esta región, se convirtió en una de las más importantes productoras de caña de azúcar, durante las diversas épocas históricas de nuestro país: la Independencia, la Reforma, el porfiriato, y la Revolución, Morelos estuvo ligado al tema de la caña. Es en esta última etapa con la Revolución Zapatista que se rompe el sistema de producción latifundista y hacendario, para dar paso con los años al reparto agrario el cual se consolida fundamentalmente en la época cardenista.  

De esta manera la producción cañera pasa a manos de los campesinos y agricultores en pequeñas parcelas  que se supeditan a las nuevas fábricas procesadoras. Actualmente  el  ingenio Emiliano Zapata de Zacatepec, atiende a 6, 583 cañeros y el ingenio Casasano en Cuautla, atiende a 3,102 cañeros, es decir estamos hablando de 9, 685 productores de caña que viven de la siembra de la caña de azúcar, además de arrendadores, cortadores y trabajadores de los ingenios. Miles de familias dependen de esta producto, que sigue siendo después de 500 años fundamental para el campo morelense.

*Activista social.

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