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(Segunda parte)

 

Entre las múltiples actividades que desarrollamos y los temas que nos ocupan desde el NODESS Morelos Solidario y Cooperativo, en torno a la economía social y solidaria, uno de ellos lo constituye el pensar actividades comunitarias para el desarrollo de un turismo sustentable en Morelos. En este sentido retomo el interrogante de mi nota anterior ¿es posible promover y planificar iniciativas turísticas en clave de la economía social y solidaria?

Como la respuesta es positiva, lo que queda entonces es pensar las potencialidades que presenta el estado de Morelos y las peculiaridades del turismo comunitario sustentable. Tomaré como punto de referencia la investigación de Prudenzio Mochi sobre un “Diagnóstico participativo y formulación de una propuesta de plan de desarrollo sustentable de la Ruta Zapata, en el Estado de Morelos, México”, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ya que en este trabajo podemos encontrar de manera más detallada un recuento del patrimonio existente en Morelos y la estrategia de turismo y cultura hasta ahora implementada en la región. Por otra parte, podemos revisar en el estudio un listado del patrimonio tangible e intangible, el cual nos da cuenta de las festividades, la identidad de sus pobladores y la religiosidad, haciendo principalmente hincapié en la memoria histórica, la importancia y riqueza de la gastronomía, la variedad de las fiestas y ferias tradicionales, así como la diversidad del artesanado local.

No quedan dudas sobre la riqueza y la pluralidad de espacios en el Estado, resta entonces reflexionar sobre las peculiaridades del turismo comunitario sustentable en clave de la economía social y solidaria.

Destaco la atracción ejercitada por el mundo comunitario campesino respecto a una sociedad cada vez más urbana. Los paisajes y las actividades rurales se convierten en lugares atractivos, simples, lejos del mundanal ruido de la ciudad. Además, los campesinos y lugareños son los verdaderos protagonistas del territorio.

El turismo comunitario sustentable no requiere de grandes superficies ni de sistemas productivos industrializados. Por el contrario, Morelos cuenta con muchas tierras ejidales y comunales, dónde se privilegian sistemas productivos de pequeñas dimensiones, emprendimientos familiares que nos auguramos cada vez más vayan orientando sus actividades hacia la agroecología.

Este tipo de turismo brinda a los visitantes la posibilidad de conocer de cerca las actividades que se realiza en el campo, integrarse con el ambiente, en particular con bosques, zonas forestales, y con el rico patrimonio ancestral aún hoy vivo de la región.

El valor que aporta a las comunidades este tipo de turismo valoriza los recursos existentes y favorece la defensa del suelo, del territorio y del ambiente mejorando la calidad de vida de la gente que habita esos lugares. Otorga así mismo la posibilidad de promover la cultura rural y la educación ambiental y alimentaria, favoreciendo el desarrollo agrícola y forestal.

Así mismo la visibilización y reconocimiento del trabajo de las mujeres en el campo y en actividades de la economía social y solidaria constituye una puerta abierta para el reconocimiento de sus derechos, su ser mujer campesina con aspiraciones y decisiones de transformar su propia vida y la vida de comunidad.

Qué tipo de iniciativas proponer y cómo planificar dichas actividades e iniciativas será tema de la próxima nota, algunas de ellas ya identificadas conforme con la población de los lugares en el informe referido.

*Integrante del NODESS Morelos Solidario y Cooperativo.

c.girardo@hotmail.com