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La percepción de inseguridad en Cuernavaca y el crimen en Morelos

 

La percepción de inseguridad para Cuernavaca aumentó en diciembre del 2023 según la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. El incremento en la gente que se siente en riesgo de ser víctima de delitos varía si se considera el período inmediato anterior, en cuyo caso es de alrededor de 9%; o respecto de diciembre de 2022, 3.3%.

Hay múltiples razones para el crecimiento. En términos generales, los habitantes de Cuernavaca parecen sentirse más en peligro durante diciembre que en septiembre. Pero también es innegable el crecimiento en la incidencia delictiva en la capital de Morelos, 19% más homicidios, 27% más robos de vehículos y 36% más denuncias por violencia familiar, parecen justificar el temor. Sin duda también influyó que durante el último trimestre de 2023 hubo crímenes con un impacto mediático mayor. Otro factor fue la centralidad que en el discurso político tomó el tema de la seguridad pública y la crisis de ésta en todo el estado.

Pero pese a que el dato de la percepción de inseguridad podría hacer parecer que la gente de Cuernavaca se siente peor que la de otras ciudades en Morelos, o que la capital es más peligrosa que el resto del estado, y hasta ha ayudado a quienes defienden la idea de reincorporar a la ciudad que administra el alcalde José Luis Urióstegui al tristemente famoso Mando Coordinado de la policía Morelos, lo cierto es que los datos reales sobre incidencia delictiva pueden favorecer más la idea de que, sin ser exitosa, la estrategia de seguridad en Cuernavaca parece mucho más efectiva para contener el crecimiento delictivo que la establecida en otros municipios.

Por ejemplo, pese a que Cuernavaca registra el mayor número de homicidios en el estado, con 205 cometidos en el 2023, la tasa del delito es la undécima del estado. Por número de habitantes hubo más asesinatos en Axochiapan, Cuautla, Yautepec, Temixco, Jojutla, Ayala, Tepoztlán, Xochitepec, Tlaquiltenango y Zacatepec. Mientras los homicidios dolosos aumentaron en Cuernavaca un 19% en el 2023, en Jojutla se cometieron 214% más, en Cuautla, 91%; en Axochiapan, 41%; en Zacatepec, 31%; Temixco, 30%. De hecho, las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican un crecimiento del 25% en homicidios dolosos en Morelos, el aumento en Cuernavaca está por debajo de esa cifra.

Esto no significa que las cosas en Cuernavaca vayan bien en todo caso, podríamos usar para la ciudad la bellísima, pero resignada expresión popular de “menos peor”. Pero resulta llamativo que la proporción de crecimiento de la violencia en todo el estado sea menor en el centro poblacional más grande.

Otro delito que debe preocupar mucho en Cuernavaca es el robo de vehículo, que registra un aumento de 27% a diciembre del 2023. El problema es regional, los más altos índices de este delito se reportan en Cuernavaca, Jiutepec, Xochitepec, Temixco y Emiliano Zapata, los cinco municipios que forman la zona conurbada de Cuernavaca y, por supuesto, los que tienen una mayor afluencia vehicular. Sabemos que hay esfuerzos de coordinación intermunicipal para abatir este delito, y esperaremos los primeros resultados para evaluarlos.

Pero el incremento en la incidencia del robo de vehículos en la zona conurbada de Cuernavaca es menor que el registrado en Zacatepec, con un 100%; Jojutla, 70%; Huitzilac, 63%; Yautepec, 51%; Puente de Ixtla, 38%.

El otro crimen que mostró un aumento importante en Cuernavaca durante el 2023 fue la violencia familiar, con un 36% que significa 573 casos en total. La capital del estado es el primer lugar en incidencia de este delito en el estado, seguido por Jojutla. Pero la cifra tiene componentes que se pueden explicar, aquí sí, básicamente por cosas que la autoridad municipal hace bien. La cantidad de denuncias por violencia familiar registradas en Cuernavaca ha aumentado entre otras cosas porque más víctimas se acercan a las instancias municipales para acusar a los agresores, lo que habla de confianza en lo que pueden hacer por ellas el Instituto de la Mujer y la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano. De hecho, hace apenas unos días, la jefa de la policía en Cuernavaca, Alicia Vázquez Luna, explicaba que muchas de las mujeres que se atienden por casos de violencia familiar en Cuernavaca provienen de otros municipios y solicitan protección a Cuernavaca, donde hacen su denuncia y encuentran refugio con familiares y amigos. Es decir, es probable que no haya más casos de violencia familiar, pero ahora más víctimas se animan a denunciarlo. Esto tampoco significa que Cuernavaca sea más pacífica pero sí revela un mayor espacio de protección para las víctimas, principalmente mujeres.

Cuernavaca debe trabajar mucho más en la prevención de los delitos, sin duda. La ciudad está muy lejos de los ideales de paz y tranquilidad que todavía a finales del siglo pasado se disfrutaban. Pero sería iluso pretender que la capital del estado se convierta en una isla de concordia en medio de un estado con los niveles de violencia que registra Morelos. El Ayuntamiento de Cuernavaca puede seguir tratando de contener los delitos y en el mejor de los casos tendrá un éxito relativo, pero si el gobierno del estado no hace su tarea, erradicar la violencia será imposible. Los datos lo demuestran.

@martinellito

martinellito@outlook.com