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Morena, el riesgo en Cuautla…

 

El pleito por las candidaturas en Morena Morelos es tal que todos advierten que el partido reventará pronto y hasta el siempre optimista Cuauhtémoc Blanco ve riesgos de derrotas en alcaldías donde, según asegura, se podrían imponer candidatos. El enfrentamiento básicamente está entre los grupos que se sienten con derecho a nominaciones no por un extraordinario trabajo realizado (eso no abunda en el estado), sino por la relativa cercanía que aseguran tener con el gobernador, la candidata a la gubernatura, la dirigencia nacional del partido, o algún otro actor al que consideran con influencia para otorgar nominaciones. Llama la atención que nadie puede presumir, por cierto, de cercanía con el electorado o la ciudadanía.

Aunque en Morena se ha querido centrar la percepción en que el conflicto mayor es por la nominación a la alcaldía de Cuernavaca, en la que el partido y sus aliados tienen una contienda francamente cuesta arriba, lo cierto es que los mayores pleitos por las candidaturas de Morena están en otros municipios que se percibían, hasta hace poco, como fácilmente ganables, como Jiutepec y Jojutla, donde la buena gestión de sus alcaldes podría considerarse una buena carta de presentación para algunos candidatos; o como Cuautla, donde la tendencia izquierdista de los votantes podría darle ventaja a los aspirantes de Morena.

En los tres municipios, por cierto, hay quienes sintiéndose cercanos y leales al gobernador, piensan que la nominación a la alcaldía debe caerles directamente, otro tantos consideran que justamente esa cercanía tendría que ser motivo de veto por cómo podría arriesgar las posibilidades de triunfo. En los tres hay una lucha entre grupos que son más o menos representativos, o por lo menos así se dicen, dentro de Morena. Por una parte, quienes han estado cerca de la administración municipal; otros que presumen cercanía con la candidata Margarita González Saravia; unos más que le cobran al gobernador su apoyo durante los últimos meses que no han sido fáciles para el mandatario, y en el caso de Cuautla hay también los que, sin estar en ninguna de las categorías anteriores, han hecho su propia base política, aunque sea pequeña como todas las bases políticas que presumen en lo individual los muchos aspirantes a la nominación en la Heroica. Por supuesto que el primer grupo y el último deberían tener una especial consideración en tanto podrían ser garantía de votos en una contienda estatal y muchas regionales que ya no parecen tan simples para Morena.

Sin embargo, la tendencia parece ir a favorecer más los acuerdos que pudieran tener los dos personajes influyentes del partido en Morelos, Cuauhtémoc y Margarita, que la productividad real en votos que pudiera generar cada aspirante. Aquí habría que decir que la candidata no había metido las manos en el proceso y en todo caso la aparente contaminación ha sido por el empuje real o percibido, que el mandatario o algunos de sus cercanos, como Ulises Bravo, dirigente en funciones de Morena en Morelos, han puesto a algunos de sus personajes de confianza.

En cualquiera de los tres municipios una imposición sería catastrófica. En Jiutepec y Jojutla, las buenas gestiones de Rafa Reyes Reyes y Juan Ángel Flores Bustamante, tendrían que haberles garantizado a estas alturas no sólo una nominación importante para seguir sus carreras políticas que hasta ahora parecen exitosas y promisorias, sino también el que sus equipos sean considerados para las candidaturas a la sucesión. La decisión tendría que ser, entonces, muy sencilla.

En Cuautla el asunto es mucho más complicado, aún con la determinación de entregar la candidatura al senado en la segunda posición de la fórmula a Juanita Guerra Mena, uno de los liderazgos morenistas que son bien vistos en el gobierno federal y cuya ascendencia en Cuautla es bastante considerable. Aún así, quedan muchos pendientes que incluyen la presión del grupo del actual alcalde, Rodrigo Arredondo (quien anotó a toda su familia como aspirantes a la alcaldía o diputación), la fuerza electoral que representa el grupo de la diputada Paola Cruz Torres, el respaldo ciudadano y moral que tiene la regidora Carmen Genis Sánchez, la crisis de seguridad y de legitimidad del mando en el municipio, y otros factores que harían pensar en que Arredondo no tendría que estar en las boletas de forma alguna. Pero el respaldo de Ulises Bravo sigue pesando en la decisión que tendrá como orientadora a la famosa encuesta, pero será finalmente tomada en la dirigencia de Morena.

Cuautla es especialmente delicado porque a la realidad que atraviesa el municipio, entre inseguridad, líos con empresarios y comerciantes, denuncias recurrentes de autoritarismo y sectarismo del alcalde, y otras cuestiones que comprometerían una eventual reelección de Arredondo; debe sumarse el hecho de que Lucy Meza Guzmán, la candidata más fuerte de la oposición a la gubernatura, es justamente de esa ciudad y aún tiene influencia en la zona; y el que Tania Valentina Rodríguez, dirigente del PT y muy molesta con las determinaciones de Morena Morelos y la gestión del gobernador, Cuauhtémoc Blanco, también tiene en la región oriente del estado su mayor respaldo.

Otro dato que abona al riesgo que en Cuautla enfrentaría Morena es la reciente reunión y acuerdo entre liderazgos cuautlenses de oposición para trabajar juntos con Lucy Meza. Jesús Corona, Sergio Valdespín y Pablo Portillo, ya se reunieron con la senadora y parecen bastante dispuestos a hacer equipo para evitar el triunfo de Morena en la ciudad.

Por cierto, quien parece haber resuelto este fin de semana su próximo encargo es José Luis Urióstegui, alcalde de Cuernavaca que ya tendría el respaldo abierto de Lucy Meza para buscar la reelección. El sábado estuvo con ella y con los diputados locales del PAN, Andrea Gordillo, que parece también ya segura candidata a la reelección y Ángel Adame.