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NAVIDAD, SÍMBOLO UNIVERSAL DE ESPERANZA

 

Hace apenas unos días el mundo celebró un acontecimiento que une familias y logra la magia de hacer renacer nuestros valores humanos como la solidaridad, la generosidad, la armonía. Si me permiten quiero hacer una reflexión sobre esta fecha que se ha convertido en un símbolo universal de esperanza de un mundo mejor.

De acuerdo con su origen etimológico latino “Nativitas”, significa nacimiento. Los cristianos celebramos esta fecha el 25 de diciembre, a partir del siglo IV D.C. Se sabe que en esta fecha los romanos celebraban el ritual del “Sol Invictus”, en su calendario este día se correspondía con el solsticio de invierno. En nuestro calendario, este solsticio ocurre el día 21 de diciembre.

Con el solsticio de invierno, el 25 de diciembre, los romanos festejaban el ritual del ciclo de la muerte y el nacimiento del sol. Este día celebraban el regreso triunfal del sol después de vencer a la oscuridad.

Recordemos que el solsticio de invierno en el hemisferio norte ocurre el 21 de diciembre, mientras en el hemisferio sur, este mismo día ocurre el solsticio de verano. Así mientras las navidades en el hemisferio norte son con frio y hasta con nieve, en el hemisferio sur las navidades son con calor y playas soleadas.

La celebración de la Navidad, si bien tiene un origen religioso con los años ha trascendido a una celebración que incluye a todas las religiones en un ámbito universal. La Navidad se ha convertido en parte de la cultura universal por el simbolismo que conlleva esta festividad.

Desde luego el primer símbolo de la Natividad, es la conmemoración del nacimiento de Jesucristo, evento que se ha constituido en un parteaguas en la historia de la humanidad al grado de dividir la historia en dos épocas, Antes de Cristo (A.C.) y Después de Cristo (D.C.).

En un mundo de violencia generalizada, que se evidencia en todos los niveles geográficos, culturales, económicos, sociales, la Navidad es un símbolo de Paz y de Buena Voluntad. Por lo que esta conmemoración nos lleva a la reflexión y a la consciencia de la armonía que debiera prevalecer en la humanidad.

La Natividad por otra parte se ha convertido en un símbolo de la unión familiar. Al menos en nuestro país esta festividad históricamente así ha sido. En estas fechas, se congregan las familias muchas veces alejados geográfica y emocionalmente. Se estrechan los lazos familiares, así como los de la comunidad.

La Navidad, es también el símbolo de la generosidad y la humildad al recordar a un niño que nace en condiciones humildes, así como el ícono de la generosidad al rememorar la generosidad del niño que nació para entregarse a sí mismo en un sacrificio de inmolación por la humanidad.

Es un tiempo de dar y compartir y no me refiero al tipo de regalos que fomenta la mercadotecnia, me refiero a regalos más valiosos como la amistad, la confianza, el perdón, la paz y el amor en todas sus expresiones.

 

La Navidad es un símbolo universal de la Esperanza de un mundo mejor que se exprese en una relación respetuosa con nuestro medio, de armonía con los vivientes, un mundo de justicia, equidad, sin guerras, ni enfermedades. La Navidad renueva la utopía de un mundo mejor.

Navidad es el símbolo del nacimiento y renacimiento de nuestros principios y valores humanos, por lo que la Navidad nos humaniza y nos identifica con el principio básico que sostienen todas las religiones y los mitos fundacionales del origen divino de los humanos.

La Navidad como símbolo nos remonta a nuestro origen y esencia humana, por lo que, en esta fecha, se renuevan los valores humanos de solidaridad, generosidad, perdón, altruismo, y hermandad con todos nuestros semejantes, humanos y no humanos.

La Navidad se ha convertido en la fecha en la que renacen en nuestros corazones las mejores emociones que nos hermanan a los humanos, es decir, renace el amor que es la parte divina de nuestra naturaleza que a decir de las religiones modernas nos hace semejantes al creador.

Deseo de todo corazón a mis lectores y lectoras y a todos los que compartimos nuestra casa común, la tierra, llegue en esta Navidad, el renacimiento del amor, la esperanza y la paz en sus corazones.