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¿SOSTENIBLE O SUSTENTABLE? EL NUEVO PARADIGMA

JOSÉ ANTONIO GÓMEZ ESPINOZA

Hace años siendo parte de un Consejo Universitario, se presentó un programa de estudio para su aprobación. El programa tenía el calificativo de “sostenible”. De inmediato, se discutió que el concepto sostenible implicaba la explotación de la naturaleza para el “sostenimiento”. Se llegó al consenso de que el calificativo del programa debía ser “sustentable”. Este hecho da pie a la presente reflexión.

En el informe presentado para las naciones unidas en 1987 que se conoce como “nuestro futuro común” y también como informe Brundtland, se utiliza el vocablo “sostenible” con un significado diferente al asumido en la definición de los diccionarios.

Se usó esta palabra pues no había un vocablo específico para explicar el concepto sostenible, entendiendo como tal, “la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones” que es el espíritu del concepto.

En el idioma inglés, sostenible se expresa como sustaintability y se traduce en español como perdurabilidad, durabilidad, continuidad. El diccionario inglés asume como sinónimos sostenible y sustentable. En tanto que el diccionario de la Real Academia Española solo acepta el vocablo sostenible.

Estos dos conceptos tienen significados y connotaciones ético-filosóficas diferentes, por lo que la comprensión, uso y aplicación de cualesquiera de ambos, se traduce en impactos diferenciados sobre el medio ambiente.

En buscadores de internet, como Google, ambos términos se usan indistintamente, no existe diferencia en sus significados. Por lo que es comprensible que la población en general, los políticos, los informantes y aún los académicos los usen indistintamente, aunque sus significados sean diametralmente diferentes.

Al hurgar en la naturaleza teórica y filosófica de ambos conceptos hoy entendemos que tienen diferente significado pues provienen de corrientes de pensamiento distinto, por lo que su aplicación en el manejo del medio, tienen diferente impacto.

El informe Brundtland es en esencia una crítica a las políticas de desarrollo económico globalizador. En el informe, se usa el vocablo “sostenible” para incorporar un principio ético, el de “solidaridad” en su más amplia expresión, toda vez que se busca la solidaridad con quienes aún no han nacido.

Como en 1987 no se tenía en los diccionarios inglés ni en el español un vocablo que definiera el concepto construido en la declaración Bruntland, se usó el vocablo “sostenible”. Años después, los pensadores latinoamericanos se dieron a la tarea de acuñar el término “sustentabilidad” para definir y conceptualizar el espíritu de dicha declaración.

Los biólogos, ecólogos y en general los pensadores latinoamericanos cuestionaron la visión del llamado “desarrollo sostenible” bajo la lógica de que no es posible “sostener” en el largo plazo el desarrollo si se considera el ritmo de crecimiento logarítmico en la demanda de productos y de consumidores.

Los latinoamericanos asumen que, para garantizar un crecimiento sostenido, se tienen que sobreexplotar los recursos naturales de manera indiscriminada, cada vez en mayor escala, pues el consumo creciente así lo demanda.

También se debe considerar en esta discusión que el desarrollo sostenido ha sido la causa del divorcio con la naturaleza que da como consecuencia la degradación y depredación de la misma.

Los recursos de nuestro planeta tienen un límite, por lo que el crecimiento y el desarrollo deben ajustarse al límite que impone la naturaleza. Estas premisas evidencian que, bajo el modelo consumista y depredador imperante, es inviable un desarrollo sostenible, toda vez que la naturaleza no puede soportar la continuidad, pues ha llegado a sus límites de sostenibilidad.

En este contexto, en Latinoamérica se acuñó un nuevo concepto que se ajusta mejor a la declaración Bruntland, se acuñó el vocablo “sustentabilidad” que tiene su origen en el verbo “sustentar”.  

La “sustentabilidad” explica que un ecosistema puede alimentar a sus integrantes solamente dentro de ciertos límites que son impuestos por la capacidad regenerativa del mismo. Lo “sustentable” por tanto, tiene que ver con la “manutención” del sistema a través del tiempo. No se puede producir o demandar más de lo que el sistema puede regenerar de manera natural.

En síntesis, aunque mucha gente usa sostenible y sustentable como sinónimos, estos dos conceptos implican principios y objetivos diferentes, dados sus orígenes culturales como por sus pensamientos de origen.

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