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HACER COMUNIDAD, NOS HUMANIZA

José Antonio Gómez Espinoza

Quienes nos llamamos humanos, hoy estamos orgullosos del alto desarrollo científico y tecnológico, que ha puesto al hombre en la luna, que ha logrado una tecnología que rebaza la más fecunda imaginación que pudieron tener los abuelos de nuestros abuelos, aunque al mismo tiempo se ha dado un divorcio con la naturaleza a la que se agrede y depreda hasta poner en peligro de extinción la vida del planeta.

Este desarrollo tecnológico ha llevado por ejemplo a la creación de una inteligencia artificial que por un lado mejorara la medicina y otros ámbitos de la actividad humana, pero por otro, amenaza las relaciones sociales en especial las laborales.

Se ha dado un increíble desarrollo en la tecnología, aunque no así en el desarrollo de lo humano lo cual se evidencia en problemas sociales, como la desigualdad de oportunidades, la depredación de la naturaleza y de los humanos, una violencia generalizada con una crueldad que al parecer indica un proceso de involución que amenaza revertir lo humano a la categoría de primate.

Para alcanzar la categoría de humano se tuvieron que transitar por dos etapas evolutivas, la primera duró muchos millones de años hasta alcanzar la especiación como “homo sapiens”, en tanto que la segunda etapa, fue un largo proceso de socialización para que el “homo sapiens” arribara a la categoría de humano.

El proceso de socialización llevó a la organización social, al desarrollo de la cultura, la ciencia, las estructuras sociales, el desarrollo de comunidades, poblaciones, ciudades, países y la organización mundial. En el fondo de la socialización subyace un concepto que logró el cambio de primate a humano, el concepto de comunidad, de “hacer comunidad”.

Hacer comunidad es un atributo que solo tiene la naturaleza humana y ha existido desde tiempos ancestrales, este atributo va más allá de la idea gregaria que tienen otros animales. Desde que los seres humanos empezaron a vivir en grupos, supieron de la necesidad de trabajar juntos y de compartir los recursos para sobrevivir.

Así, se formaron las primeras comunidades a través de las cuales se dio la cooperación, la protección colectiva y más actividades que requerían un trabajo colectivo e intencionado.

«Hacer comunidad» en el proceso de humanización tiene que cumplir al menos con dos principios: uno es la intencionalidad y el otro es la normatividad para la convivencia e interacción entre los miembros de las comunidades humanas. Así, bajo estos dos principios se formaron las primeras comunidades que tuvieron como finalidad la satisfacción de necesidades básicas estableciendo las primeras normas no escritas de convivencia.

Hacer comunidad implica construir relaciones sociales sistemáticas donde participan todos los miembros de una comunidad. Hoy se “hace comunidad” en base a diferentes intencionalidades, las comunidades contemporáneas pueden darse por razones geográficas como también por actividades, valores, disciplinas, modos de pensar común. En una comunidad se comparten intereses, valores, emociones, compromisos, paradigmas, visiones del mundo, costumbres, creencias, metas, proyectos y más.

El proceso de socialización que permitió transitar al homo sapiens a la categoría de humano se expresó precisamente en la construcción de comunidades cada vez más complejas.

Un requisito en la formación de comunidad es un elemento aglutinador. Este elemento en sus inicios fue la defensa y la obtención de comida que fue evolucionando al sentido de pertenencia el cual dio origen a las naciones, en ese proceso se generó un valor humano, el de solidaridad que se tradujo en altruismo así, las comunidades cuidaron de los más débiles, lo cual a la larga evolucionó a la idea del bienestar común.

Por otro lado, hacer comunidad implica fomentar la participación activa de las personas, promover la comunicación efectiva, desarrollar la confianza y solidaridad entre los miembros, y generar un sentido de pertenencia y compromiso con el bienestar colectivo.

Lo anterior se expresa en la participación de los miembros de la comunidad en proyectos de carácter económico, social, cultural, que son de beneficio colectivo. Nuestros ancestros tenían el concepto “tequio” para el trabajo colectivo, comunitario sin remuneración.

En resumen, en el largo proceso que llevó al homo sapiens a transitar a la categoría de humano, “hacer comunidad” fue uno de sus elementos constitutivos que sigue presente y que se debe privilegiar como una actividad humana y humanizadora de primer orden. “hacer comunidad” nos hace humanos.Principio del formulario

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