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Oralba Castillo Nájera

Siendo el día 7 del mes del año 7 en concordancia con la magia lowryana, un grupo de amigos nos reunimos para inaugurar la explosión de Gilda Revueltas “La piel en llamas”. Esta es la 33 exposición individual de Gilda quien pertenece desde hace 13 años a la editorial Cartonera grupo admirador de Malcolm Lowry.

Rocato escritor, poeta y editor dio la bienvenida a las veintisiete pinturas que cubren las paredes del restaurante Pastis Bristro. Recordó la trayectoria de Gilda: poeta, cineasta, pintora; habló de su interés por movimiento por la Paz y Justicia del cual nació su poemario “La revolución de las Jacarandas”, publicada por La Cartonera de Cuernavaca. Rememoró que Gilda fue la primera nieta de José Revueltas de quien heredó el amor al arte y la pasión política La influencia de esta editorial se expresa en el uso de cartones reciclados en los cuales fueron, algunos de sus cuadros, elaborados.

“Piel en llamas” es una reflexión sobre la naturaleza del fuego humano, a nivel físico, erótico, mental, sentimental y espiritual. Líneas y pinceladas recrean formas, entre otras de la modelo Julieth belleza colombiana de esplendido color moreno, quien asistió al evento.
Disfrutaron la exposición artistas, poetas, pintores, cantantes, el cineasta Oscar Menéndez, los escritores Víctor Hugo Sánchez Reséndiz, Graciela Barabino, Reicelda Oxilia, Mercedes Peredo; promotores de cultura Nayely Sánchez por la Cartonera, Wifrido Ávila director del Museo de Arte Contemporáneo Indígena, Juan Machin director del Museo Erótico, Lina del Papillon; amigos cartoneros Liliana Guerrero, Ana Laura Basurto, Rene Rubí entre varios más.

La tertulia se alargó desde el mediodía hasta entrada la noche. Se bebió buen mezcal y mejor comida preparada por el cheff David Colliard, quien con Patricia su esposa ha convertido el Pastis en un sitio cultural, alegre, heterogéneo. Compartieron el pintor y periodista Jesús Sedeno, Rafael Segovia poeta, traductor y promotor cultural, y la escultora y pintora Patricia Salas. Llegaron otros artistas de Tepoztlán otro donde Gilda vive en cuyo taller de pintura nacieron desnudos libertarios.

El cartel que circuló convocando al evento fue elaborado por Ada Carasusan compositora y cantante, asistió también Luis Felipe Hernández Alanís considerado entre los mejores directores de animación de México.

En tiempos difíciles como los que vivimos al borde de guerra civil en Chiapas, largamente anunciada e inmersos en la vulnerabilidad en que amanecimos en la post pandemia, resistir festejando la vida es un acto de rebeldía.

Allá en París en los años entre guerras, el grupo de existencialistas, antes de toque de queda se reunían y gozaban de una fiesta hasta que se levantaba el amanecer. Para Simone de Beauvoir es vital el momento en que las angustias cotidianas se anulan entre abrazos, pláticas, beber, fumar, bailar.

En tiempos aciagos la alegría, la creatividad y compañía es el refugio más humano que se pueda desear.

Gracias a Gilda Revueltas y esa pléyade de gente de “pro” –como la llamaba Renato Leduc. Gracias a David y Patricia Colliard que abren puertas y paredes del Pastis Bistro facilitando que se establezcan relaciones culturales que facilitan la autogestión que promueve arte independiente con calidad, lejos de lo oficial cada vez más mediocre y sin presupuesto ni monetario ni mental. Salvo muy raras excepciones, en el rubro turismo cultural, estamos en la olla.

Celebremos la vida y el arte y digamos salud por Lowry, el Pastis y Gilda.