loader image

Cristina Girardo*

Cuando se orienta la mirada de la capacitación para el trabajo dirigida a los actores organizados o no, a quienes por sus prácticas y valores podemos englobar dentro de la economía social y solidaria, las propuestas conducen a una variedad de experiencias y contextos. 

Por la propia característica de las organizaciones y las personas (que viven en ámbitos rurales, periurbanos y rurales) presentan situaciones heterogéneas así comomúltiples rasgos de modalidades muy variadas. Esto les otorga potencialidad, ya que la diversificación de actividades, en la producción, el consumo, la comercialización e incluso el reciclaje, requiere de una capacitación tanto técnico-científica como en habilidades socioemocionales, muchas veces formalizada en grupos pequeños y en su lugar de trabajo, lo que permite intercambiar y retroalimentar información teórica y empírica. 

En ese sentido, focalizar la capacitación orientada a mejorar las condiciones de vida de los hombres y mujeres, que con su trabajo logran resolver la reproducción de la vida, así como organizarse para comercializar bienes y servicios de manera colectiva, constituye uno de los objetivos para quienes trabajamos en el Nodess Morelos Solidario y Cooperativo apoyando las actividades de capacitación, en el marco de la Economía Social y Solidaria. 

Este grupo de trabajo está formado en su mayoría por especialistas de las universidades con sede local. Atiende las demandas de las organizaciones y/o las personas que se dirigen al Nodess, solicitando acompañamiento, asesoría y capacitación. 

El proceso se inicia con un diagnóstico, donde se detectan los conocimientos con los cuales cuentan las personas y la comunidad, así como sus necesidades. El enfoque elegido ha sido la mirada desde lo multidisciplinario en el ámbito laboral, partiendo desde la demanda de los actores sustentada en la oferta de los investigadores y capacitadores.Los equipos especializados ofrecen apoyo y capacitación en manejo agronómico en general (análisis del suelo, de los cultivos, control biológico de plagas y enfermedades, cultivos orgánicos, fertilización, cultivo y usos de plantas medicinales, tratamiento de aguas, aprovechamiento de residuos, creación de huertos familiares y en escuelas, entre muchas otras líneas). En el ámbito de la comercialización: análisis de la capacidad de producción y análisis de mercados y circuitos de ventas, organización de puntos de venta en mercados locales. Estudio de las cadenas cortas de valor. Administración y gestión de emprendimientos. Y en el ámbito de la sensibilización, formación en economía social y solidaria, habilidades básicas, socialización y contención, habilidades socioemocionales. Por otra parte, se visibiliza y promociona el trabajo de las mujeres y otras formas organizativas como las cooperativas, y algunas maneras de entender lo productivo desde la economía colaborativa y la economía de los cuidados. Se articulan además acciones de índole diversa (cultura de paz, artísticas y recreativas). Se incentiva la cooperación, el trabajo en equipo y la solidaridad.

Se certifican los conocimientos y capacidades, tanto los tradicionales como aquellos que la Secretaría de Educación, a través del Programa Conocer, valida y certifica. Si bien muchas capacitaciones solo son acreditadas por certificados de las universidades, desde su área de extensión, merita mencionar además la certificación no sólo de las personas sino de los productos. Sin embargo, estas certificaciones no son suficientes, y es costosa. Este último punto nos conduce a reflexionar sobre la urgencia de fomentar la enseñanza en las escuelas el conocimiento y prácticas sobre el área de economías alternativas así como promover políticas públicas orientadas a generar la promoción, producción y comercialización de los productos locales sustentables. 

 

*Integrante del NODESS Morelos Solidario y Cooperativo.

c.girardo@hotmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *