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Tradicionalmente, al concluir un año, se suele realizar un balance de lo que se hizo o se dejó de hacer durante 365 días. El ejercicio es personal y comprende varios aspectos: familiar, profesional, laboral, de salud, de actividad física. En ocasiones, hay una obligación de por medio, como es el caso de los informes de actividades académicas que debemos presentar quienes realizamos labores de docencia e investigación. Esta vez voy a referirme a las 26 ocasiones en que La Jornada Morelos abrió sus páginas para mi reflexión quincenal.

La línea de análisis en los artículos publicados se centró en tres ejes: derechos humanos, instituciones autónomas y cuestiones universitarias. Como es normal, algunas veces hubo cruce en los temas abordados. En todo caso, tengo una premisa básica: nuestros lectores(as) tienen derecho a conocer y comprender los problemas que se exponen, así como las causas de su ocurrencia, pero también requieren saber de posibles alternativas para su solución. Esa es lógica con la que preparo cada colaboración.

El recuento anual arroja lo siguiente: el tema derechos humanos lo abordé en 16 ocasiones, de las cuales 5 se refirieron a empresa y derechos humanos, 4 a grupos en situación de vulnerabilidad; 3 a inteligencia artificial y 4 a temas varios (justicia, resiliencia social, procesos políticos y cierre de calles). Por su parte, cuatro veces analicé aspectos relacionados con instituciones autónomas, 2 respecto a la importancia de contar con un presupuesto adecuado, 1 sobre la responsabilidad de esas instituciones frente a la sociedad y uno para la defensa del INAI. En cuanto a los tópicos universitarios, 3 veces los abordé: 2 sobre el proceso de designación del Rector y uno a la obligatoriedad de la normatividad interna aprobada bajo el principio de autonomía constitucional de las universidades.

A continuación, destaco las diversas sugerencias y propuestas que formulé para que se atiendan los problemas analizados en los diversos artículos:

a) Un mecanismo para que la sociedad pueda reclamar arbitrariedades legislativas, que de ser aprobadas resulten perjudiciales a la población en general;

b) Las acciones concretas de prevención que las empresas pueden realizar para respetar derechos humanos;

c) Fijar plazo máximo a autoridades para que ofrezcan disculpa pública a víctimas de violaciones a derechos humanos;

d) Rubros que deben incluirse en el proceso de designación de autoridades universitarias;

e) Un mecanismo para superar que el Congreso no cumpla la obligación que les impone la Carta Magna, de designar integrantes de organismo constitucionales autónomos y evitar su inanición institucional;

f) Un esquema de medición del ejercicio real de autonomía, por parte de las instituciones defensoras de derechos humanos;

g) Parámetros para que las empresas respeten derechos humanos en materia de inteligencia artificial, así como la manera de aprovechar ésta en contra de la violencia en los estadios deportivos;

h) La agenda de derechos humanos que deben comprometerse a cumplir los aspirantes a cargos de elección en los procesos electorales de 2024;

i) Acciones para lograr mayor cobertura de protección a las mujeres, a fin de detener la violencia que sufren;

j) Elaboración de un test de compromiso democrático que deben acreditar los legisladores frente a la sociedad, y

k) Establecer equilibrio, en los libros de texto gratuito, para formar individuos aspiracionistas con conciencia social.

Dejo en manos del lector(a) evaluar lo que publiqué durante 2023. Si acaso diré que, en todo momento, busqué estar al día en los acontecimientos y en los temas en boga.

Les agradezco la gentileza de distraer tiempo para leer lo publicado. Deseo para todas y todos un venturoso año nuevo.

Muchas gracias.

* Investigador del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM.

eguadarramal@gmail.com