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Control prenatal: éxito para un embarazo sano

 

El control prenatal es un conjunto de acciones que involucra una serie de visitas de parte de la embarazada a la institución de salud a su respectiva consulta médica, con el objeto de vigilar la evolución del embarazo, detectar tempranamente riesgos, prevenir complicaciones y preparar a la paciente para el parto, la maternidad y la crianza.

La organización Mundial de la Salud considera que el cuidado materno es una prioridad que forma parte de las políticas públicas como estrategia, para optimizar los resultados del embarazo y prevenir la mortalidad materna y perinatal.

La atención prenatal implica no sólo el número de visitas sino cuándo fueron realizadas durante el transcurso del embarazo y la calidad de estas. El programa de atención prenatal, con inicio desde el primer mes de embarazo y consultas médicas una vez por mes hasta el parto, permite identificar complicaciones del embarazo como infecciones cervicovaginales, diabetes gestacional, preeclampsia, infecciones sistémicas (VIH y otras), y establecer medidas preventivas oportunas de acuerdo con la situación de la embarazada.

La atención prenatal que recibe una mujer durante el embarazo contribuye a asegurar mejores resultados para la madre y el recién nacido, siendo un punto de entrada para recibir una amplia gama de servicios de salud en la promoción y prevención, incluyendo apoyo nutricional para la prevención de la anemia, atención estomatológica, de Trabajo Social y Medicina Preventiva; enfocándose en la detección y prevención de enfermedades de transmisión sexual, vacunación contra tétanos e influenza, entre otras.

Recomendaciones para un mejor control de la salud durante el control prenatal

• Es recomendable que toda persona embarazada reciba atención y seguimiento esencial para complicaciones centradas en las necesidades individuales, así como, realizar la formación de grupos de cuidado prenatal que incluya a personal de salud como: Enfermería, Trabajo Social, Estomatología, Psicología, Gineco obstetras, Medico Familiar, Pediatría y a la pareja; en donde la mujer embarazada reciba apoyo sobre temas como: desarrollo del embarazo, nutrición, ejercicio, preparación al parto, lactancia materna, planificación familiar, etc.

• Toda mujer que se encuentra en edad reproductiva y/o embarazada y su pareja debe ser informados sobre los cuidados que debe seguir, incluyendo información sobre: prácticas sexuales seguras, la eliminación de alcohol y tabaco, el uso de métodos anticonceptivos y la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS).

• Es recomendable la suplementación con multivitamínicos en casos de mujeres con peso bajo, fumadoras, uso de sustancias ilícitas, vegetarianas y gestación múltiple. La ingesta de más de un suplemento vitamínico prenatal debe evitarse. La dosis de 5 mg de ácido fólico disminuye el riesgo de defecto de tubo neural.

• Es recomendable orientar a la persona embarazada para llevar una dieta equilibrada proteico-energética, debido a que puede ayudar a reducir la prevalencia de bajo peso al nacer.

• Es recomendable que toda persona embarazada tenga un consumo total agua en promedio de 3.1 litros por día (alimentos y líquidos de la dieta), donde aproximadamente 2.3 litros (9 tazas por día) corresponda a agua.

• Se sugiere que la persona embarazada que sufre de estreñimiento incremente la ingesta de fibra dietética en cada comida.

• Es recomendable que el personal de salud capacite a la mujer embarazada y sus familiares para la identificación de signos y síntomas de alarma durante el embarazo, parto y puerperio.

• Se recomienda que toda mujer embarazada acuda a su Centro de Salud, con su Médico Familiar y/o al Hospital más cercano al detectar alguno de los siguientes signos y síntomas de alarma:

  • Fuerte dolor de cabeza.
  • Zumbido en el oído.
  • Visión borrosa con puntos de lucecitas.
  • Presencia de náuseas y vómitos frecuentes.
  • Disminución o ausencia de movimientos fetales por más de 2 horas.
  • Hinchazón de pies, manos o cara.
  • Pérdida de líquido o sangre por la vagina en cualquier etapa del embarazo.
  • Fiebre.
  • Presencia de contracciones uterinas antes de las 37 semanas de gestación.
  • Aumento en el número de micciones y molestia al orinar.

• El ejercicio regular en la persona con embarazo de bajo riesgo es benéfico ya que aumenta el sentido de bienestar materno. Se recomienda veinte minutos de ejercicio ligero (caminar, nadar o deportes de bajo impacto).

• Es recomendable desde la primera consulta prenatal investigar sobre la aplicación de vacunas para rubeola, varicela, hepatitis B, influenza, tétanos y tosferina.

• La vacuna recomendada para el uso en la persona embarazada, para prevenir tosferina, difteria y tétanos, es la que está formulada con toxoide tetánico, toxoide diftérico y fracción acelular de Pertussis (Tdpa).

• Se recomienda que en la primera cita de control prenatal se realice a toda persona embarazada determinación de: Grupo sanguíneo y Rh.

• Es recomendable la promoción de la salud oral y atención odontológica integral en la persona embarazada.

• Los objetivos del control prenatal son:

  • Tratamiento y vigilancia de la evolución del embarazo sano en el 1er. Nivel de atención.
  • Detección oportuna de factores de riesgo en la evolución del embarazo sano y la identificación temprana de comorbilidades como: hipertensión arterial, diabetes gestacional, infección de vías urinarias, infección por VIH, desnutrición, etc. para la derivación oportuna de la paciente embarazada al 2º. Nivel de atención.

*Medico Supervisor del 1er. Nivel de Atención.