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Neumonía adquirida en la comunidad

Patricia Sánchez Alcalá Díaz*

Ricardo Castrejón Salgado**

La neumonía es una enfermedad infecciosa respiratoria aguda que afecta los pulmones. En la actualidad sigue siendo uno de los principales motivos de atención en la consulta médica y en los servicios de urgencias, asimismo, representa una causa muy frecuente de hospitalización. La mortalidad por este padecimiento es muy elevada, convirtiéndola en la primera causa de muerte por enfermedad infecciosa en el mundo. En México, en el 2021 se diagnosticaron más de 127 mil casos nuevos de neumonía, lo que representa un alto impacto social y económico, ya que afecta directamente la productividad de los pacientes y altera la dinámica familiar en su conjunto, así como un elevado uso de recursos sanitarios para su atención.

Existen diversas formas de clasificar a las neumonías, una de las más importantes es de acuerdo con el lugar de adquisición de agente infeccioso, que incluye a las adquiridas en la comunidad, las cuales son las más comunes en la población. Esta enfermedad se presenta durante todo el año, pero es más frecuente en la temporada invernal. Puede afectar a cualquiera persona y a cualquier grupo edad, sin embargo, los grupos etarios con un mayor riesgo son los menores de 5 años y los mayores de 65 años.

Otros factores predisponentes son: personas con enfermedades crónico-degenerativas como sobrepeso u obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia renal crónica, así como neoplasias, enfermedades del corazón, enfermedades hepáticas, entre otras. El riesgo es aún más alto para los enfermos que tienen alguna inmunodeficiencia, como los pacientes que viven con los virus de inmunodeficiencia humana y aquellos que están recibiendo algún tratamiento inmunosupresor.

Otros factores que contribuyen a incrementar el riesgo y que pueden agravar esta condición son los hábitos de vida no saludables como el consumo de alcohol, uso de drogas, consumo de tabaco, así como la exposición pasiva al humo de tabaco. También existen factores ambientales y relacionados con la actividad laboral tales como; la exposición a cambios bruscos de temperatura, vivir en hacinamiento, contacto con aves y otros animales, ventilación inadecuada, exposición frecuente a pintura con plomo, exposición al humo o bien el aire contaminado por uso de biomasa (como leña o excrementos) o por gases tóxicos.

La forma más común de transmisión de la neumonía es por la inhalación de gotículas contaminadas con virus, bacterias y hongos, producidas al toser o estornudar de una persona enferma. Estos gérmenes también se pueden contagiar si se comparten vasos o cubiertos de personas infectadas o por contacto de otras secreciones.

¿Cómo se manifiesta?

Los signos y síntomas de la neumonía van de acuerdo con el grado de afección e inflamación pulmonar en donde en lugar de contener puro aire, el espacio se llena de líquido o material purulento lo que provoca tos con expectoración que puede ser transparente, amarillenta o verdosa de acuerdo a las causas que originan la enfermedad. Puede haber fiebre, escalofríos, dificultad para respirar y una inspiración dolorosa. También presentarse ritmo cardíaco rápido, debilidad o fatiga. La desorientación o delirio, así como la temperatura corporal más baja de lo normal es frecuente en los adultos mayores de 65 años y personas con un sistema inmunitario débil. Puede presentarse dolor de cabeza, dolor muscular y color de la piel oscuro, púrpura, o cianosis debido a sangre mal oxigenada. En los recién nacidos y niños pequeños es común que el cuadro clínico se manifieste a través de náuseas, vómitos o diarrea, así mismo, están inquietos o cansados y sin energía, o bien con dificultad para respirar y comer.

¿Cómo evitar contagiarse?

La mejor forma de evitar contraer neumonía es a través de la prevención. Una adecuada alimentación equilibrada que incluya frutas de temporada, verduras principalmente de hoja verde y abundantes líquidos claros no azucarados, junto con una actividad física regular, mantener una higiene de sueño adecuado lo que implica dormir lo suficiente de acuerdo a la edad de las personas; esto mantendrá el sistema inmunitario fuerte y saludable. Asimismo, se recomienda realizar algunas acciones enfocadas a mejorar el ambiente en general como ventilar las superficies, permitir la entrada de sol en casas, oficinas y cualquier lugar de reunión; evitar las chimeneas, calefacciones o estufas de leña; así como fomentar una adecuada higiene personal y en general en los hogares.

Otras medidas de prevención son: evitar el contacto con las personas enfermas, realizar lavado de manos frecuente con agua y jabón o uso de alcohol en gel. En caso de presentar sintomatología respiratoria al toser o estornudar se debe cubrir la nariz y boca con el ángulo interno del brazo, es altamente recomendable el uso de cubrebocas, evitar escupir en el suelo se sugiere hacerlo en un pañuelo de papel y desecharlo correctamente en un contenedor de basura, evitar acudir a lugares concurridos y si es posible, mantenerse en casa hasta la recuperación.

Por otra parte, se recomienda acudir a la unidad médica más cercana a su domicilio para que se revise y actualice su esquema de vacunación, de acuerdo con la edad y sexo de la población. Existen diversas vacunas que ofrece el sector salud de manera gratuita como son: vacuna para la influenza, neumococo, COVID-19 entre otras. La vacunación oportuna es fundamental ya que ayuda a brindar inmunidad (defensas) antes de estar expuestos a la enfermedad, esto contribuye a disminuir los síntomas de la enfermedad e incluso contribuye a que una infección no tenga una alta letalidad.

Recomendación

Es de vital importancia que ante cualquier síntoma que se presente y con la finalidad de prevenir complicaciones graves, en especial de los niños y adultos mayores, no automedicarse y acudir inmediatamente a la unidad de salud más cerca para que personal médico calificado le otorgue el tratamiento adecuado, y le dé el seguimiento correspondiente. Si bien la mayoría de los casos de neumonías pueden tratarse de manera ambulatoria (en casa), algunos pueden complicarse y requerir de hospitalización.

*Dra. Patricia Sánchez Alcalá Díaz, Médico Epidemiólogo, Coordinación de Planeación y Enlace Institucional. patricia.alcala@imss.gob.mx

**Dr. Ricardo Castrejón Salgado, Médico Especialista en Medicina Familiar, UMF 03. ricardo.castrejon@imss.gob.mx