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Estilo de vida saludable para evitar enfermedades cardiovasculares

Ricardo Castrejón Salgado*, Laura Ávila Jiménez** e Ivonne G. Ríos Vázquez***

Las enfermedades cardiovasculares son problemas de salud pública muy importantes a nivel mundial; pueden condicionar estancias hospitalarias prolongadas y aumento en el gasto de salud. En México se estima que la mayor parte de la población adulta vive con al menos un factor de riesgo para padecer alguna enfermedad cardiovascular.

Estos factores de riesgo pueden ser el aumento en el colesterol en la sangre, aumento en el colesterol de baja densidad (LDL) o conocido como “colesterol malo”, aumento en los triglicéridos (grasas en la sangre), así como padecer diabetes, elevación de la presión arterial, vivir con sobrepeso u obesidad, consumo de tabaco, consumo nocivo de alcohol y falta de actividad física (sedentarismo). Estos factores de riesgo son modificables e incluso prevenibles al hacer pequeños cambios en el estilo de vida de manera individual y familiar, lo que resalta la importancia tratarlos lo más tempranamente posible.

En individuos aparentemente sanos, el riesgo de enfermedades cardiovasculares es el resultado de la interacción entre sí de múltiples factores de riesgo. A pesar de toda la investigación y avances en el tratamiento, la enfermedad coronaria (EC) continúa siendo una de las principales causas de muerte en la población.

Para definir la salud cardiovascular, la Asociación Americana de Corazón utiliza de forma tradicional siete medidas: consumo de tabaco, la relación que existe entre el peso de un individuo y su altura (talla) que se denomina índice de masa corporal [IMC], nivel de actividad física, dieta saludable, colesterol total, presión arterial y glucosa en ayunas. La mayoría de estas medidas son modificables con estilos de vida saludables.

Empezaremos describiendo los niveles recomendables de estos factores. El consumo de tabaco, por ejemplo, deberá ser de cero cigarrillos o productos que contienen tabaco. Se ha demostrado que no sólo la nicotina está ligada al incremento de los riesgos atribuidos al consumo de tabaco, sino a la gran cantidad de sustancias que contienen los cigarrillos al “quemarse”, por lo que no hay una recomendación de consumo y debe eliminarse completamente del estilo de vida.

Por su parte, el Índice de Masa Corporal es una medida estandarizada para evaluar el estado de nutrición, de manera fácil y económica, sus cifras deben estar entre 18 a 25 kg/m2; la actividad física debe ser contemplada como una meta diaria, la Organización Mundial de la Salud recomienda 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes. Una estrategia que permite aproximarse a estas metas es contar nuestros pasos al día.

La dieta saludable debe dejar de ser un mito, una alimentación recomendable contempla eliminar el consumo de productos ultra procesados (panes, galletas, frituras, cereales en la caja, y todos aquellos productos sin valor nutricional que tienen azucares añadidos) asimismo, reducir o eliminar el consumo de bebidas azucaradas (jugos, refrescos, bebidas carbonatadas, bebidas “rehidratantes”, entre otras). Lo anterior nos lleva a volver al consumo de alimentos sin procesar o mínimamente procesados (frutas, verduras, agua natural, huevo fresco, carne magra y preparación de comidas con ingredientes tradicionales); otras pequeñas modificaciones al estilo de vida son quitar el salero de la mesa y no agregar edulcorantes tanto nutritivos como no nutritivos a los alimentos, moderar el consumo de alcohol, son ejemplos de las buenas prácticas con grandes beneficios a nuestra salud.

Otra práctica recomendada es la evaluación de rutina a través de un chequeo preventivo, para conocer los niveles de colesterol y glucosa en ayunas, Además, se recomienda medir la presión arterial Por lo que se recomienda acercarse a las unidades médicas de Primer Nivel de Atención, para que el personal de salud realice las acciones pertinentes de acuerdo con tu edad y sexo.

Por tanto, resaltamos la importancia de fortalecer el conocimiento en la población acerca de los beneficios de adquirir hábitos de vida saludables, que permita mejor el estilo de vida y concientizarnos en seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, para evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como infartos al miocardio y accidentes cerebrovasculares.

*Médico Especialista en Medicina Familiar y Doctor en Ciencias en Epidemiología adscrito a la UMF No. 3. carisal132@gmail.com. IMSS Morelos

**Coordinadora Auxiliar Médica de Investigación en Salud y Doctora en Ciencias en Epidemiología adscrita a la JSPM laura.avilaj@imss.gob.mx IMSS Morelos

***Médica Especialista en Medicina Familiar adscrita al HGR MF No. 1. ivonne_rvz@hotmail.com IMSS Morelos