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Importante una adecuada priorización de los pacientes en el servicio de urgencias

 

El servicio de urgencias desde sus orígenes es una necesidad para atender padecimientos emergentes, es decir, lo que no puede esperar una cita médica para ser atendido; en este punto es necesario destacar que entre un paciente que se interpreta con un problema grave a que el médico identifique una situación grave existen muchas posibilidades de interpretación y por consecuencia una alta demanda en los servicios de urgencias.

Partiendo de esto es indispensable aclarar términos como Urgencia, Emergencia, Urgencia sentida y Urgencia Real.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), entiende como urgencia, la aparición fortuita en cualquier lugar o actividad, de un problema, de causa diversa y gravedad variable que genera la conciencia de una necesidad inminente de atención por parte del sujeto que lo sufre o de su familia.

Según la OMS, la emergencia, son todas aquellas situaciones en las que se requieren acciones y decisiones médicas inmediatas debido a que está en peligro, la vida del afectado o las funciones vitales del mismo.

La Urgencia Real, tiene la misma interpretación que la emergencia; mientras que la Urgencia Sentida o Condición no grave: Situaciones que no ponen en riesgo la vida o la función de algún órgano y por consecuencia, no requieren de una atención inmediata, incluso pueden ser atendido en una cita médica ordinaria.

Ante esta variedad en la conceptualización de una urgencia, es necesario establecer una estrategia para poder identificar de manera inicial y rápida a los pacientes que requieren de una atención inmediata (Emergencia médica o Urgencia real), para tal fin existe en los servicios de urgencias el Triage, encargado de evaluar de manera inicial y rápida a todos los pacientes que solicitan atención en urgencias e identificar por colores la prioridad de atención (escala de Triage).

La escala de Triage cuenta con 5 categorías:

  • Rojo: Son pacientes que deben ser atendidos de manera inmediata de lo contrario pueden morir
  • Naranja: Pacientes con un padecimiento grave que amenaza de manera inminente la vida del paciente y debe ser atendido dentro de los primero 10 minutos
  • Amarillo: Pacientes con una situación de salud no grave que requiere valoración rápida para descartar problemas que pongan en riesgo la vida y deben ser atendidos dentro de los primero 30 minutos.
  • Verde: Situación de salud no grave, que requiere atención médica y tratamiento. Puede ser atendido en su unidad de medicina familiar
  • Azul: Situación no urgente, No requiere valoración médica inmediata. Debe ser atendido en su unidad de medina familiar.

Estudios diversos hablan de que la afluencia de pacientes a los servicios de urgencias en nuestro país se da en una relación de 80% de urgencias sentidas y 20% de urgencias reales. Este fenómeno cotidiano ha generado que actualmente y desde ya varias décadas los servicios de urgencias se mantengan constantemente saturados.

La saturación del servicio de urgencias significa que la demanda de servicios supera a la capacidad de proveer la atención adecuada y la peor consecuencia es el retraso en la atención de los pacientes e incluso alto riesgo de una mala atención.

De ahí la importancia de una adecuada priorización de los pacientes en el servicio de urgencias, situación que permite identificar y tratar de manera inmediata a los pacientes con urgencias reales y riesgo.

Hablar de clasificar por prioridades a los pacientes que acuden a los servicios de urgencias carece de sentido si no dejamos en claro el objetivo que se busca y este es “ofrecer una atención oportuna y de calidad”, que impacte de manera positiva en la salud y en la calidad de vida de las personas.

Por todo lo mencionado, es indispensable que los usuarios de los servicios de urgencias sean conscientes de que la atención en los servicios de urgencias no se niega a nadie (políticas de cero rechazos) sin embargo la atención prioritaria y en el menor tiempo posible será para los pacientes con una urgencia real o emergencia médica y las urgencias sentidas o no graves tendrán que esperar desde 30 minutos hasta más de 120 minutos (en ocasiones mucho más), dependiendo de la demanda de atención.

Ahora bien, los usuarios de los servicios de urgencias pueden ayudar a que la calidad y seguridad de sus servicios de urgencias sea optima, si al recibir la explicación en el Triage de que el padecimiento que le aqueja en ese momento no es una urgencia grave y que pueden acudir a su unidad de medicina familiar para recibir atención médica y tratamiento, lo hagan pensando en que le está ayudando a una persona que tiene un padecimiento grave y requiere de toda la atención posible y disponible. Los mexicanos siempre se han caracterizado por ser solidarios y tender la mano al necesitado.

*Médico Especialista en Urgencias Médico Quirúrgicas, adscrito al Hospital General Regional con Medicina Familiar (HGR/MF) No. 1 en Cuernavaca

juan.miranda@imss.gob.mx