Educación: Conciencia de la necesidad
Carmelo Enríquez Rosado*
Tratamos de ver los extremos en la Nueva Escuela Mexicana: la educación inicial y el combate al analfabetismo y una ligera analogía con la educación en China. La nueva Escuela Mexicana tiene el objetivo de transformar la sociedad con un nuevo modelo educativo, gratuito, obligatorio de manera continua desde los años 0 a 23 años: desde la educación inicial a la superior. Pretende garantizar este derecho bajo los principios de asequibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad de los servicios educativos (1).
Educación inicial. Respecto de la educación inicial el modelo se orienta en un mediano plazo de transformación con los compañeros, los padres y docentes. Está centrada en el acompañamiento de la crianza de los niños hasta los tres años de vida y sus familias. Al considerar su desarrollo como un proceso integral, se priorizan derechos, cuidado de los vínculos, los aportes de la neurociencia y los estudios de contexto.
La revolución de las conciencias debe ubicarse principalmente en el quehacer de los pequeños mexicanos donde se formarán en la fraternidad, la cooperación, la solidaridad y la igualdad.
Analfabetismo. Respecto del combate al analfabetismo los datos de INEGI del 2020, en México aun cuando ha disminuido la tasa de analfabetismo, el 4.7 por ciento de su población, es decir 4,456,431 de quince años o más no saben leer ni escribir. Ahora la Nueva Escuela Mexicana suscribe suscribe los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas; en particular atiende el ODS4 “Educación de Calidad”, que refiere a: “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas y todos” (ONU México, 2017). Seguramente en el próximo gobierno se abatirá el analfabetismo.
China. En la historia de China se puede hacer una analogía. A comienzos de la revolución cultural, llama la atención la autocrítica de Puo Mo Jo, un escritor reconocido no solo en China, sino además en el ámbito internacional: “He tenido sin vacilar la pluma entre los dedos y he escrito y traducido millones de palabras. A pesar de todo, es para lanzarlos al fuego, carecen de valor alguno”. Su autocrítica era un lamento porque su trabajo no iba en beneficio de la instrucción popular. No era una autocrítica vana, reconoció la magnitud de los problemas para los campesinos chinos hacer suyo un mínimo de educación. Complicado por la estructura de la lengua china, ésta obliga a aprender un mínimo de 2000 signos antes de ser capaz de leer el periódico y los libros del momento (2).
En 1949 al triunfo de la revolución, en China la tasa del analfabetismo era de 80 por ciento del total de su población de 600 millones. El gobierno chino adoptó medidas para resolver este problema como fue reducir el número de caracteres chinos más frecuentes en 592 de los más de 200 existentes, así otra serie de medidas. Actualmente la tasa de analfabetismo es de 2.67 por ciento de una población de 1,411 millones, aproximadamente 37.67 millones de ciudadanos chinos sin alfabetizar.
Como se puede observar, la educación inicial y la transformación de las conciencias son condiciones para lograr el desarrollo no solo económico, sino social y político sino además para lograr los propósitos de generar una nueva hegemonía.
La Nueva Escuela Mexicana pretende transformar la educación bajo nuevas modalidades donde la experiencia propia y la de otros países nos conducen a tomarlas como los elementos de cambio.
- Nueva Escuela Mexicana. Tomado el 12 de noviembre de 2023 en: http://www.cosdac.sems.gob.mx/sistemacarreraems/wp-content/uploads/2020/02/NEM-PRINCIPIOS-Y-ORIENTACIONES.pdf
- Blumer, G. (1972). La revolución cultural china.Barcelona.Europäise Verlagsanstalt, Frankkfurt, 1968, 1969
*Licenciado en Ciencias Políticas y Administración de Empresas
