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Nearshoring: nuevo modelo industrial

Carmelo Enríquez Rosado*

Desde una perspectiva histórica se menciona la conformación de tres regiones-fábrica en la economía global: América del Norte, Europa y Asia; cada una formada por una relación de acoplamiento entre un país central y un país fábrica: Estados Unidos con México, Alemania con Polonia y Japón con China.

El nearshoring es un modelo industrial de un país cuya cercanía con otro país respecto al mercado de consumo final los invita a mudar sus fábricas a ese otro país y reducir los costos de transporte, reducir la distancia y en general aprovechar los bajos costos en salarios, electricidad, combustibles y hasta impuestos en el país receptor. La relocalización de empresas, como también se le llama a la búsqueda de nuevos horizontes de inversión de las empresas para acercarse a su mercado de destino.

Para el caso de un país central y un país fábrica concebidos como una de tres regiones-fábrica, el de América del Norte, el caso de México. En veinte años, Estados Unidos sigue siendo el país dominante en la inversión entrante a México con un comportamiento relativamente estable y confirma el factor de vecindad (“nearshoring”) y reafirma el acoplamiento estratégico entre ambos países. [1]

Con la llegada de empresas proveedoras de partes y componentes y proveedores de origen asiático, la industria automotriz mexicana tuvo un crecimiento de las actividades productivas. Pasó del modelo inicial intensivo en trabajo y ensamblado simple hacia trabajos intensivos en conocimientos y ensamblados complejos, lo cual impulsó el desarrollo de proveedores locales y su especialización en actividades complejas.

Así, México construyó un fuerte tejido automotriz con una participación líder en el saldo de las exportaciones del país.

Por si fuera poco, otros determinantes influyentes en la captación de la Inversión extranjera directa (IED) son los factores geográficos y el tamaño de los mercados. En México destacan la Ciudad de México y el Estado de México como destinatarios predilectos por el tamaño de sus mercados; y los estados del norte del país por la proximidad con la frontera con Estados Unidos y la facilidad para transportar suministros provenientes del vecino del norte. La vecindad tiene un carácter de doble dirección: para la producción y exportación.

Las maquiladoras en el país muestran su estabilidad por el número de establecimientos entre 2007-2020 y un incremento del personal empleado en 2020 a 2.7 millones de personas.

Muchas cadenas han optado por relocalizar sus inversiones, en ese contexto el nearshoring toma particular importancia con interrogantes sobre la posición relativa de México. La clasificación considera variables como: costos laborales, distancias relativas a los grandes mercados o centros de producción, costos de la energía y facilidades de logísticas, infraestructura, el marco regulatorio entre otras. en el ámbito empresarial, la industria automotriz y electrónica han dado señales de reforzar la idea del nearshoring hacia México.

El beneficio del nearshoring o relocalización de empresas para nuestro país, podrá concebirse no solo desde los intereses del país central. En su perspectiva deberemos preguntarnos si no es acaso la oportunidad de apropiarnos de la tecnología y la innovación para dejar de ser país fábrica y crear y desarrollar una política industrial que carecemos; crear 32 Institutos Politécnicos a semejanza de nuestro IPN para crear técnicos altamente capacitados para enfrentar y poseer los avances de la ciencia y la tecnología venidera. Sería la 4ª transformación en la industria.

*Licenciado en Ciencias políticas y administración pública.

[1] Garrido, Celso [2022], México en la fábrica de América del Norte y el nearshoring, Ciudad de México, Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL, 76 pp.