En Morelos estamos tan acostumbrados a la sangre que parece que ya nada nos espanta, pero la muerte de jóvenes asesinados con saña y que dejan a sus familias lastimadas de manera permanente e incompletas irremediablemente, aún nos indigna.
Ángel Trejo, padre de Melani Fernanda no ha permitido que el feminicidio de su hija quede impune y, mientras se cuida las espaldas, ha sabido mantener su memoria como una espina clavada en el costado de la Fiscalía General del Estado.
Él tuvo que abandonar su domicilio en Huitzilac porque varias voces amigas le advirtieron que lo estaban buscando y que era mejor que ni siquiera velara o enterrara a su hija en Morelos porque sería fácil que lo encontraran para matarlo.
En la entrevista exclusiva que concedió a La Jornada Morelos, Ángel Trejo nos explicó la razón: los criminales lo conocen y saben que fue testigo del asesinato de su hija y del joven que la acompañaba el 6 de agosto de 2022, en un ataque a tan solo algunos metros de la puerta de su hogar.
No se trata de rencillas entre bandas criminales o cobro de deudas entre pandilleros, como comenzaron a “explicar” el caso algunos voluntariosos de redes sociales. Ángel y su familia procuraban no meterse con nadie: él y su esposa trabajando en la Ciudad de México y Melani atendiendo a su pequeña hija.
Pero Ángel también conocía a quien atacó a Melani y lo identificó, sin lugar a dudas, aquella noche de agosto: se trataba de una persona con la que salió su hija durante tres meses, hasta que, quizás, ella se enteró de la verdadera ocupación de su pretendiente quien, según la FGE es el líder de una banda que se llama como él mismo, “Los Netos”, que se dedican a diversas actividades, todas ellas ilícitas.
Después de los asesinatos, Ángel tuvo que abandonar su casaen Tres Marías, mientras que el presunto asesino se paseaba por Huitzilac sin esconderse ni temer nada, a pesar de que la Fiscalía supuestamente lo estaba buscando. Ernesto “N” tuvo que ser detenido en la Ciudad de México y hoy se llevará a cabo su audiencia de vinculación a proceso en Atlacholoaya.
El tesón de Ángel y de su esposa, quien no es la madre biológica de Melani, ha rendido frutos pues han logrado hacer que en Morelos no se olvide el caso y lo han difundido con ayuda de muy diversas organizaciones civiles que ahora los respaldan y piden para ellos la protección de las autoridades mexicanas por el evidente riesgo que corren sus vidas.
La Fiscalía del estado tiene la oportunidad de hacer bien las cosas esta vez y demostrar que en Morelos no se ha perdidopor completo la noción de la justicia, el respeto a la vida y la empatía con las víctimas que permanecen vivas, que son las familias destrozadas por la violencia.
A todos nosotros nos corresponde no dejar en el olvido a tantas y tantas víctimas que la inseguridad y la impunidad generan cotidianamente en nuestro estado. Debemos permanecer tan indignados como el primer día en que conocemos todas estas atrocidades. Deberíamos ser la voz de todas las Melanis de Morelos, y de México.
