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(Nuestras raíces)

Xólotl el dios hermano de Quetzalcóatl

(Xolotl, teotl iteiccauh Quetzalcoatl)

 

Xólotl, dios del inframundo y de la muerte, ha sido eclipsado, poco entendido e incluso desdeñado, por el hecho de ser el hermano gemelo de Quetzalcóatl, quien es el dios más conocido y venerado de Mesoamérica. Hay quien incluso lo tacha de un dios egoísta, todo debido a que, según la mitología, es el dios que quiso engañar a la muerte.

El mito del dios Xólotl nos muestra el concepto de la dualidad interpretada por el pensamiento mesoamericano, esa eterna lucha entre los opuestos en busca de armonía. La búsqueda de la armonía en la cosmovisión mesoamericana, se ve representada por Tlahuizcalpantecuhtli (el planeta Venus) deidad conformada por los hermanos Quetzalcóatl, dios de la estrella de la mañana, de la luz, de la vida y del cielo y Xólotl, la estrella vespertina, de la obscuridad, del inframundo y de la muerte. De acuerdo con Mercedes de la Garza, los Mayas lograron fijar con gran precisión el ciclo del planeta, relacionando a los hermanos con el Sol; así, mientras Quetzalcóatl anuncia la salida del astro rey, Xólotl es quien se encarga de acompañarlo en su recorrido hacia el atardecer y en su paso por el reino de la oscuridad o la muerte.

Xólotl fue deidad de los gemelos y relacionado con todo lo doble. Esa relación con la dualidad lo llevo a ser el patrono del decimoséptimo signo de los días, ollin, movimiento, formado por dos bandas entrelazadas que simbolizaban la armonía de los contrarios que produce le movimiento. Es también la deidad del juego de pelota, que representa la lucha de los astros en el cielo nocturno, simbolizando la eterna lucha de los opuestos, luz-oscuridad, vida-muerte, día-noche.

En la festividad de Atamalcualitzi, se dice se cantaba la siguiente estrofa: “juega a la pelota Xólotl, en el mágico campo juega Xólotl a la pelota”, lo anterior confirma su relación con el juego de pelota.

Xólotl se opone constantemente a su hermano, en un acto de rebelión que deja a la vista su papel como agente de cambio y transformación, es representado en episodios de fuga y metamorfosis, huyendo de la muerte o del castigo, pero, al mismo tiempo facilitando los procesos de transición y renovación cruciales para la armonía del universo.

En el aspecto ritual y ceremonial, Xólotl era invocado por los mexicas en momentos de transición, como en funerales y ceremonias de fin de ciclo, para asegurar una transformación adecuada y proteger a las almas en su camino al más allá. Este mito subraya cómo la confrontación y el conflicto, simbolizados por la relación entre Xólotl y Quetzalcóatl, son necesarios para el crecimiento, la evolución, y el mantenimiento del orden universal. (González, 2021)

*Tlayecanqui de Energías renovables, Gubernatura Superior Indígena

Imagen: INAH