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(Nuestras Raíces)

Una tarde en Chamilpa

(Teotlac pa Chamilpa)

Wendy Lucía Morales Prado*

San Lorenzo Chamilpa, poblado al norte de Cuernavaca en cuyo territorio se ubica el campus de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, es uno de los doce pueblos originarios que conforman la capital morelense. El nombre de Chamilpa quiere decir “la milpa en la que se siembra la chía”, lleva en su nombre la tradición del maíz. En el mes de octubre de 2021, el entonces presidente del consejo de vigilancia de bienes comunales del poblado, don José Gregorio Pérez Gudiño, concedió una visita a los agricultores locales para charlar con nosotros acerca del cultivo del maíz.

En esa ocasión, nos instruyó en la milpa que el surco para el cultivo se dispone dependiendo de la inclinación del suelo, y que el maíz se siembra junto con la calabaza y el frijol: “de cuatro maicitos, dos de calabaza o dos de pepita y uno o dos del frijol. Hay una calabaza que se extiende en el suelo y otra de diferente tipo”. Si está en su punto la mazorca, para el 29 de septiembre se hace la elotada.

Asimismo, el señor Isidoro Rodríguez Hidalgo, nativo y agricultor de Chamilpa, precisó que desde marzo y abril se comienza a limpiar el terreno para la siembra con la yunta. A principios de mayo comienza el barbecho y luego se traza el surco para plantar entre tres y cuatro semillas. El barbecho afloja la tierra y la siembra da forma a los surcos. En Chamilpa el cultivo es de temporal, por lo tanto, se cosecha una vez al año.

Rodríguez Hidalgo cultiva maíz pozolero y el grano más chico, llamado criollo, así como un poco de flor de cempasúchil para el día de muertos. Precisó que desde fines de mayo a principios de junio se siembra y que la flor de calabaza favorece el abono de la tierra. El rastrojo se destina para consumo del ganado y sigue después de la cosecha. El agricultor nos asegura que en la época de sus padres se zacateaba la planta de maíz, es decir, le retiraban las yerbas del suelo, pero ahora ese desperdicio alimenta al ganado. El abono que utiliza don Isidoro es el sulfato.

El maíz que obtiene se destina a consumo familiar y también se puede vender a miembros de la comunidad. Si se da la ocasión, el grano se guarda, protegiéndolo debidamente del gorgojo. Cada familia tiene, al menos, un pequeño cuarto donde puede almacenar maíz.

La urbanización de Chamilpa, así como la expropiación de cien hectáreas de terreno para la Universidad, ha ocasionado que las milpas y la producción sean cada vez más escasas, además en la actualidad, el cultivo del maíz es secundario y está supeditado a la pertenencia o préstamo de un terreno para la milpa.

Con todo, don José Gregorio destacó la resistencia del pueblo originario, detallada en el libro Chamilpa, el pueblo que se negó a morir, del profesor Gualberto Castañeda. Efectivamente, la comunidad ha padecido el aumento de la urbanización, que no solo ha mermado su territorio, sino ha dividido la vida comunitaria de los pobladores. Ejemplo de ello es la cesión de un tramo de terreno para la carretera, luego la vía del tren y más tarde, la glorieta de la Paz para la entrada a Cuernavaca.

Otro agricultor local, Ramón Morales García, nos mostró una mazorca invadida por el manjar del huitlacoche –-valioso por escaso e impredecible—, y detalló la vigilancia constante que necesitan las milpas. Contó que el viento intenso suele derribar las plantas de maíz, atrayendo a ratoncillos y tuzas, en tal caso, los perros ahuyentan a los roedores para evitar mayores destrozos. También aseguró que en la milpa todo se aprovecha: como las yerbas parásitas que dan alimento a los caballos.

Sirvan estas líneas para recordar gratamente aquella tarde en Chamilpa. Presenciamos la vitalidad comunitaria en torno a una actividad agrícola, una tradición que involucra a la familia unida cocinando tamales al calor del fuego y el gusto de compartir la cosecha con parientes y vecinos. Sobre todo, agradecemos la hospitalidad y la profunda generosidad de los agricultores de este gran pueblo originario.

*Profesora Investigadora de Tiempo Completo de El Colegio de Morelos