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(Nuestra raíz)

CÉ ÁCATL TOPILTZIN QUETZALCÓATL

 

Manuel P. Gómez Vázquez*

Panolti Niknehuan (Hola mis hermanos):

Hoy quiero hacerles mención de un personaje que en un tiempo fue de los más grandes del mundo conocido y orgullosamente morelense, pero con el correr de los años su figura se ha ido perdiendo; afortunadamente parece que su historia y legado, cobra un nuevo interés, sobre todo por la nueva perspectiva de la filosofía tolteca.

El 13 de mayo del año Gregoriano 895, vio la luz un personaje histórico de los más importantes de Mesoamérica, Cé Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, uno de los más célebres morelenses, nacido según algunas fuentes, en un sitio llamado “Michatlauhco”, traducido como “Lugar del pez en la barranca”, hoy conocido como Amatlán de Quetzalcóatl (en su honor), poblado del municipio de Tepoztlán, Estado de Morelos. Ahí existen los vestigios arqueológicos de su nacimiento, siembra de nombre y según tradiciones orales donde vivió y creció. Fue hijo de un rey llamado Mixcóatl y de una princesa morelense llamada Chimalman. Fue educado por sus abuelos que eran de origen olmeca, ya que sus padres murieron cuando él era muy pequeño.

Su nombre es una fecha Cé Ácatl (uno caña) y Topiltzin Quetzalcóatl significa “Nuestro Señor Serpiente de Plumas Preciosas”. El termino Quetzalcóatl fue un adjetivo que se le dio para referir su alto nivel como Gobernante y representante de esa cosmovisión teológica.

Su biografía se conserva en diversos documentos, tales como los Anales de Cuautitlán, los informantes de Bernardino de Sahagún, Ixtlilxóchitl y Durán.

Por esos documentos se puede reconstruir su vida, cuyos principales acontecimientos fueron los siguientes: hacia los trece años fue estudiante en la Ciudad de Xochicalco. En el año 923 lo eligieron rey en Tula, donde fundó las bases de la filosofía del “Toltequismo”, fue un rey justo y sabio que supo dar paz y tranquilidad a su pueblo y una bonanza no solo material, sino espiritual; en su concepción, cambió los sacrificios humanos por las ofrendas de semillas, flores, frutos y mariposas, enseñó la religión de una sola deidad. Por supuesto que como todos los buenos gobernantes, terminó siendo blanco de envidias y por tal motivo sus enemigos empezaron a intrigar en su contra, según la tradición, fue tentado por Tezcatlipoca, quien lo convenció de

 

embriagarse con pulque, haciéndole creer que era medicina, por tal motivo perdiendo su vida virtuosa, lo expulsaron de su reino y de ahí se marchó hacia el oriente, prometiendo que algún día regresaría a recobrar su reino y grandeza. De esa leyenda que conocieron los españoles del Hernán Cortés, a su llegada a lo que hoy es México, se valieron para hacer correr la mentira de ellos eran los enviados de él, por lo que habían vuelto por ese reino que les pertenecía y así lo pretendieron divulgar, para que creyeran que eran dioses o peor aún, el regreso mismo de Quetzalcóatl.

En 947 se dirigió a la Ciudad de Hueitlapala o Huehuetlapallan, cercana a la actual Coatzacoalcos, donde se embarcó en una “balsa de serpientes” y ahí se auto incineró. Según otra versión como la del historiador y político Vicente Riva Palacio, Cé Acátl habría muerto en el 931 y su muerte se habría visto ligada a una migración masiva de toltecas hacia tierras mayas, más concretamente hacia Uxmal, alrededor del año 981.

Debido a la nobleza de su vida y sus enseñanzas, sus descendientes le llamaron Nacxitl Quetzalcóatl (cuarto paso de la serpiente emplumada), o Meconetzin “el hijo del maguey”.

Topiltzin definió el canon del saber tolteca, recogido en diversos documentos, principalmente en el libro oral Huehuehtlahtolli (antiguas palabras), conservado a través de las transcripciones de Olmos y de Bernardino Sahagún.

La enseñanza de Cé Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl se puede profundizar en el siguiente verso: “Dios es uno, Quetzalcóatl es su nombre. Nada pide, solo serpientes y mariposas le ofreceréis”.

Amigos mucho tenemos que aprender del legado de este insigne personaje, para ello los invito a tomar lecturas del toltequismo, que es una cosmovisión que en la actualidad cobra mucho de interés por su rico conocimiento y la respuesta a esta existencia de la humanidad, sobre todo porque nos explica nuestro origen, destino y sentido de nuestro pasar por esta vida.

Ma Toteotzi mizpalehui miak, huan cuitlahui nochipa (Que Dios les ayude mucho y les cuide siempre).

Tlazohcamati miak (Muchas gracias).

*Mixcóatl Mikistónal, Gobernador Superior Indígena y pluricultural

Imagen INAH