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Los indios y los indígenas

 

En una estrofa de su emblemático poema «Discurso del Indio,» el poeta palestino Mahmud Darwish, desde su experiencia de destierro y exilio por el colonialismo israelí, escribió:

Pero Colón tiene el libre derecho de encontrar la India en cualquier mar,

y tiene el derecho de llamar “pimienta” o “indios” a nuestros espectros,

también puede romper la brújula del mar para que se alinee

junto con los erróneos vientos del Norte, ¡pero él no cree que los humanos sean iguales como, fuera del reino del mapa, lo son el aire y el agua!

El poema de Darwishes una poderosa denuncia del proceso histórico colonialista europeo y sus implicaciones para millones de personas que vivían y viven en el planeta; en el caso particular en lo que se conoce como América (que algunos movimientos sociales y pensadores de pueblos originarios han re-nombrado, como forma de reivindicación, con el nombre en lengua guna: Abya Yala).

Uno de los primeros actos del colonialismo es el nombramiento porque se supone que la palabra que nombra crea y construye la realidad. Los españoles llamaron indios a millones de personas, creyendo erróneamente que habían llegado a la india asiática.

Este término homogeneizaba a diversos grupos cultural y somáticamente diferentes, percibiéndolos como iguales en su diferencia respecto de los españoles.

Los habitantes de Las Indias dejaron de serbotocudos, guaraníes, quechuas, siux, comanches, calpules, caribes, iroqueses, calchaquíes, cocamas, puelches, cariacos, camahuas, aimarás, chuchumecos, aztecas, calchines, tupis, chunchos, corondas, tainos, chintales, aucas, abipones, ciagúas, bayás, querandos, yumbos, mayas… se convirtieron todos indios. El término «indios» expresaba una condición de inferioridad basada en diferencias corporales percibidas como evidentes por los españoles, quienes, asimismo, homogeneizaron las diversas culturas y lenguas indígenas, llamando «lengua india» a todas las lenguas originarias entre los siglos XVI y XIX.

Ser indio implicaba una inferioridad cultural, intelectual y jurídica; así como el sometimiento a la Corona española y su obligación de pagar tributo.

Durante la consolidación del Estado-nación mexicano, se promovió dejar de usar el término «indios» por su asociación con la injusticia del régimen virreinal, sustituyéndolo por «indígenas.» Aunque se afirmó que este término solo se refería a los originarios de un lugar, en realidad fue un eufemismo que no modificó la situación de injusticia y desigualdad de los pueblos indígenas, sino que la exacerbó. Este cambio de nombre fue una estrategia para encubrir la continuidad de su injusticia histórica, manteniendo la homogeneización cultural, el dominio, la explotación, la aculturación y la asimilación violenta al proyecto del Estado-nación.

No obstante todo lo anterior, tanto la palabra indio como la palabra indígena, ha sido utilizada por las poblaciones originarias como estrategia de resistencia para unir a diferentes sociedades originarias bajo una opresión histórica común y así formar un frente unido contra la hegemonía virreinal y del Estado-nación.

*Posdoctorado UAEM

Foto: UNAM