Víctor Manuel González
La diabetes es una enfermedad metabólica caracterizada por concentraciones altas de glucosa en la sangre de manera persistente. Mientras al despertarnos, los niveles de glucosa regularmente son bajos, inmediatamente después del almuerzo se incrementa notablemente la cantidad de glucosa en circulación. Para regular la glucosa, disminuir su presencia en la sangre, y aprovecharla para convertirla en energía en las células, el páncreas produce y libera insulina al torrente sanguíneo, permitiendo que las células del cuerpo la absorban.
La diabetes ocurre cuando el páncreas es incapaz de producir insulina, o porque las células del cuerpo absorben glucosa deficientemente y no responden a la insulina. La diabetes es una enfermedad cuyos síntomas que poco a poco exhiben los desajustes en el metabolismo de las personas. Los síntomas se conocen bien y pueden evaluarse clínicamente con diversas pruebas sencillas en el laboratorio, incluso en casa con un glucómetro. La diabetes empieza por manifestarse con cansancio, sed y deshidratación, orinar frecuentemente en la noche y pérdida de peso rápida. La detección y tratamiento tardío de la enfermedad puede acortar los años de vida de una persona, tener complicaciones cardiacas y renales, así como deterioro de los nervios de las extremidades y pérdida de la vista por daño en los vasos sanguíneos. De acuerdo con las encuestas recientes de las instituciones públicas de investigación, hay aproximadamente doce y medio millones de mexicanos con diabetes. Eso sin contar a las personas que tienen diabetes y no han sido diagnosticadas clínicamente.
En el desarrollo de la diabetes intervienen múltiples factores, tanto hereditarios como medio ambientales. En un consultorio médico seguramente nos someterán a un simple interrogatorio para conocer si tenemos probabilidades de tener diabetes. Si en nuestra familia hay parientes diabéticos, tendremos una gran probabilidad de tenerla en el futuro. Si somos obesos, hipertensos o tenemos las dos condiciones, también es probable que la desarrollemos en algún momento de la vida. Enseguida, suele suceder, te dan una extensa explicación de factores condicionantes que podrían determinar si tendrás o no diabetes. Por ejemplo, si fumas y bebes alcohol, si eres sedentario o haces ejercicio, si tu dieta es equilibrada o comes antojitos, comida chatarra y bebes refrescos.
La diabetes se conoce desde la antigüedad, pero la compresión moderna de la enfermedad se conoce a partir del descubrimiento de la insulina y su acción sobre la regulación de la glucosa, un fenómeno bioquímico descubierto por Frederick Banting y Charles Best en 1921. La administración de insulina en enfermos de diabetes revierte la elevación de la glucosa en la sangre, y permite a los pacientes llevar una vida normal. La medicina moderna ha desarrollado medicamentos para tratar diferentes formas de diabetes. Uno de ellos es la misma insulina, producida por ingeniería genética con el nombre de Humulin desde 1982. Otros fármacos desarrollados por diversas compañías farmacéuticas estimulan al páncreas a producir insulina, aumentan la absorción de la glucosa, o bien limitan la reabsorción de la glucosa en los riñones. Muchos de ellos están disponibles en las farmacias y un médico puede indicarnos cuál de ellos es el más apropiado.
Aunque en México hay una enorme tradición en el uso de diversas plantas como el nopal, el wereque, la moringa y muchas más para el tratamiento de la diabetes, los estudios bioquímicos y farmacológicos de las moléculas activas hipoglucemiantes de estas plantas son limitados. Los extractos en polvo, o bien infusiones de la raíz o hojas de estas plantas, son una mezcla de diversos compuestos con propiedades distintas y hasta antagónicas que pueden causar efectos contrarios a los deseados. Por estas razones no es recomendable su uso. Sin embargo, dada la complejidad de la diabetes y la intervención de múltiples factores en su desarrollo, es posible que investigaciones basadas en la etnobotánica y modelos experimentales adecuados puedan descubrir nuevas moléculas para el tratamiento. Mientras tanto, la mejor manera de no padecer los efectos de la diabetes es prevenirla y tratarla con los elementos informativos y medicamentos que ya conocemos, que nos darán oportunidad de una vida mejor.
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