Morelos, Entidad Ecológica especial
(Segunda y última parte)
“El proyecto MEEE, busca convertirse en el modelo mexicano de transición a las cero emisiones de CO2, rescate de ecosistemas y construcción de un modelo de desarrollo sostenible. En ese contexto planteamos la ecología profunda y la alfabetización ecológica como un instrumento estratégico para lograr la coordinación interinstitucional, elevar sustancialmente la inversión y alcanzar la meta de transformar un sistema de “no desarrollo” donde las vinculaciones entre economía, sociedad, política, cultura y naturaleza se han convertido en depredadoras, viciadas, ineficientes, corruptas, generadoras de pobreza, violencia e infelicidad.
“Por ejemplo, en Morelos sin grandes costos, se puede avanzar a la reconversión energética, al uso eficiente y sostenible del agua en todos sus usos, una agricultura orgánica, la prohibición de plásticos, el uso de transporte eléctrico, la electricidad fotovoltaica, la regeneración de las áreas naturales protegidas, flora fauna y aire y agua en combinación con el impulso al turismo ecológico y patrimonial”.
Son párrafos que nos ayudan a la comprensión de esta iniciativa con sencillez y claridad en el manejo de los conceptos. Este Proyecto Morelos Entidad Ecológica Especial pretende comprender a nuestro Estado como el espacio donde se apliquen integralmente todas las políticas de desarrollo propuestas por la Cuarta Transformación.
Se deriva de aquí la responsabilidad de nuestros funcionarios a fin de que tomen en serio iniciativas como ésta, que las estudien con detenimiento asesorándose eficazmente con gente enterada, bien dispuesta y bien intencionada. La tarea política consiste precisamente en la búsqueda de quehaceres que integralmente beneficien a nuestra comunidad con especial énfasis para los más necesitados. Aquí aparece justamente el concepto de Equidad que consiste en dar más a quienes más necesitan.
Estamos obligados, como dice el Proyecto en una de sus partes más interesantes a “rescatar la reserva moral y cooperativa de las colonias y comunidades de Morelos, contribuyendo de manera sustancial a reconstruir a los gobiernos locales y el tejido social, hoy vulnerado por la delincuencia organizada y la corrupción gubernamental”.
Porque… “Los pobres de la ciudad y el campo morelense son los excluidos del mercado global, son los desempleados, los empleados parciales, temporales, vendedores ambulantes, marginados, madres solteras y/o jefes de familia, campesinos de temporal, una gran parte de ellos sobreviviendo de la economía informal. Liberarlos implica incorporarlos a la vida social y productiva haciéndolos, no objetos de caridad franciscana, sino sujetos de su propia liberación”.
En la visión de las izquierdas, desde la marxista hasta la teología de la liberación, el objetivo es hacer de los pobres los constructores de su propia liberación. Un Estado que posterga el verdadero combate cultural y económico de la razón de la pobreza repartiendo migajas, no es un Estado de Izquierda.
Concluyamos invitando al estudio y la reflexión de este Proyecto. Lo hacemos con la convicción de que será útil para ayudar a todos los morelenses a salir de la postración, del atraso y la depredación que hemos venido padeciendo en los últimos sexenios. Por supuesto nos sometemos a las discusiones que se generen en torno a estos objetivos y propuestas, discusiones reflexivas más allá de todo interés partidista o de clase, con objetividad, con argumentos suficientes y válidos.
Reiteremos: “Gran parte de las posibilidades de un proyecto de esta naturaleza gira en torno a esta cuestión: ¿Cómo se convence a los morelenses para participar activa y comprometidamente en un proyecto así? Si la labor de socialización del proyecto es exitosa, se contaría con un poder considerable para la cooperación y el trabajo enfocado en objetivos comunes. No se trata de prometer ni someter, sino de comprometer a todos los involucrados, lo que en términos de comunicación exigirá la creatividad necesaria para que, en el imaginario colectivo de los morelenses, el concepto de desarrollo sostenible –el estado transformado en la primera Entidad Ecológica Especial de México– se inserte en un proceso de promoción y divulgación que genere la apropiación de éste como el nuevo mito capaz de propiciar el máximo de voluntad y cooperación.
“… hacer de nuestro estado de “Cuna de la Revolución Social del Siglo XX” a “Cuna de la Revolución Ecológica del México del Siglo XXI. Morelos Entidad Ecológica Especial”.
¿Habrá oídos atentos? De otro modo tendremos que recuperar lo que el bien recordado y querido Rius dijo innumerables veces: “la responsabilidad es de la ciudadanía porque las autoridades siempre se han mostrado sordas a estos reclamos y estas urgencias”. Uno de sus estudios fue precisamente el texto llamado La Poca Lipsis que nos queda.
El proyecto hace referencia también a la necesidad de una alfabetización ecológica para la ciudadanía. Iniciemos, hay mucho qué hacer.
