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 Por Cafeólogo

A veces hay que ir por la vida con los ojos bien abiertos, para no perder detalle, para no dejar pasar algo que esimportante, para reconocer y conocer, para poner atención y para distrarse un rato, incluso solo para dejar que la miradase pierda en lo amplio. A veces también dan ganas de cerrar un poco los ojos, de negar las cosas que tenemos ante nosotros, de cerrar los ojos para entrar en uno mismo o incluso solo para soñar, o al menos descansar. La vista es elprincipal sentido para conocer el mundo, el más usado, aunque jamás me atrevería a anteponerlo a los demás -aunque es probable que los de cultura occidental sí demos demasiada importancia a la vista y la antepongamos a todo lo demás-.Solo digo que con estos ojos que un día se han de comer los gusanos, con estos ojos nos vinculamos en buena medida con todo lo otro, con lo y los demás.

Será por eso que elegí el café, porque hay tanto que mirar en el mundo del café, y porque el café es un buen par de ojos para mirar el mundo. No hay nada que tapar, ocultar o disimular cuando las cosas se hacen bien en el mundo del café. Todo es bello y rico y complejo e interesante.

Todo vale la pena ver: los suelos, el agua, el cielo, los árboles, los cafetos, los insectos, las aves, los roedores, los mamíferos, las lagartijas y los gusanos; las manos, las huellas, los pies y la piel, la labor, la faena, la tarea, la familia, los amigos, los paisanos, la comunidad, el afán, el sudor, la mirada; la coa, el machete, la pala, la carretilla, el lazo, el alambrado, la carreta, el camión, el saco, el camino, la pendiente, el pedregal, el abono, el riego; la maquinaria, la galera, los motores, las bandas, los sifones, la báscula, el sinfín; la fruta, la semilla, la cáscara, el pergamino, la cereza, fresca y seca, el mucílago, el embrión, los vanos y los densos; el tostador, la flama, el cilindro, el movimiento, el ciclo, la coloración, el crack, el desarrollo, los pigmentos, lo plano y lo rugoso, la hendidura central, el tegumento; las muelas, el molino, la granulometría, los marrones y los cafés, el agua, las burbujas, el vapor, lo traslúcido, el movimiento, el flujo, la caída, la hidratación, la turbulencia, las salpicaduras, la costra, el romper, el sedimento, lo turbio y lo cristalino; la jarra, el filtro, la taza, el goteo, el asiento, lo grueso y lo fino, lo claro y brillante, lo ambarino, lo acaramelado, locremoso, los aromáticos; la satisfacción, la sorpresa, el recogimiento, lo cálido, lo reconfortante, la admiración, elsobreseimiento. Ir por el mundo así, como se puede ir por el café, con esa mirada.

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