Juan Antonio Siller Camacho
El viaje a Centroamérica realizado en abril de 2023, no incluyó Panamá: lo he integrado para completar una reseña de este periplo de la carretera Panamericana.
El descubrimiento de este cruce continental estuvo muy cercano al cuarto y último viaje de Cristóbal Colón, pero correspondió al conquistador y navegante Vasco Núñez de Balboa el descubrimiento del Océano Pacífico, aunque posteriormente fuera ejecutado por orden del rey de la mano de Pedrarias Dávila.
Ha tenido tres fundaciones. La más antigua del continente data de 1519, destruida por el pirata Henry Morgan de la que quemó, destruyó y dejó en ruinas, la ciudad vieja de Panamá, como se le conoce a la actual, que se encuentra en el casco histórico, junto con una ciudad moderna actual.
Los primeros caminos históricos en el siglo XVI, fueron el Camino Real, hasta la fortificación en el mar Caribe de Portobelo, que originalmente había tenido una bifurcación a la ciudad de Nombre de Dios, que por ser más largo y por tierra resultaba mucho más seguro para el transporte del oro y la plata proveniente de las minas de Potosí en el virreinato de Perú.
La otra ruta de tierra y río fue la del Camino de Cruces, por tierra y por medio de una caravana de mulas hasta Las Cruces y posteriormente, a través de la navegación por el río Chagres hasta la fortificación de San Lorenzo, desde la cual se continuaba por la costa hasta Portobelo.
Este cruce se mantuvo durante todo el periodo virreinal como único camino transversal entre los dos mares el Pacífico y el Caribe.
Posteriormente a la independencia de Panamá de Colombia, se iniciaron los primeros trabajos del Canal de Panamá, hasta sus más recientes ampliaciones en el siglo XXI, para dar cabida a embarcaciones de mucho mayor dimensión, que las conocidas como “embarcaciones Panamá”, por el ancho de estas en relación al canal y a sus esclusas para salvar la diferencia existente entre los dos océanos.
La Carretera Panamericana que llega por tierra a Panamá, se interrumpe en su tramo correspondiente al Golfo de Darién, por la dificultad de continuar a través de una selva extensa y de un área protegida.
Es el único tramo de este itinerario cultural que tiene que ser realizado por transportación marina, para continuar hacia Sudamérica.
Cuenta con declaratorias de la UNESCO., como Patrimonio Cultural y Natural de los sitios de las Reservas de la Cordillera de Talmanca-La Amistad, Parque Nacional La amistad que comparte con Costa Rica y declarado en 1990 en las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí, en Panamá, El Parque Nacional Coiba y su zona de protección marina en el 2005 en el Pacífico, El Parque Nacional Darién en 1981 al sur colindando con Colombia. Dos sitios de patrimonio cultural como son la zona arqueológica de Panamá Viejo y el distrito histórico de Panamá en 2003, así como las fortificaciones virreinales en el mar Caribe de San Lorenzo y Portobello en 1980, actualmente en la lista de patrimonio cultural en peligro.
Considero que esta obra monumental de la ingeniería y de la comunicación del siglo XX, debería ser incluida en la una futura declaratoria de patrimonio cultural de la humanidad por la importancia que ha tenido a lo largo del tiempo en la comunicación y los itinerarios culturales marinos para todo el mundo.
Aunque por razones políticas que se han tenido en su recuperación y manejo por parte del pueblo panameño, deben de ser aun complicadas para esta denominación.
Es quizás junto con la columna vertebral de la Carretera Panamericana las dos inscripciones pendientes de incluir correspondientes al patrimonio del siglo XX.
Sin dejar de olvidar la importancia de la población indígena denominada cuna, que aún se encuentra en el territorio original de Panamá y que conforma un grupo importante que habita en la región de Darién en un espacio que les ha sido asignado como propio.
Sus tradiciones en las actividades de navegación, pesca y la riqueza de sus textiles elaborados por las mujeres son verdaderos trabajos artísticos por sus diseños y coloridos.
Epílogo de 2020
Foto del Archivo JASC
