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En los últimos cinco años, al menos 68 operadores del transporte público sin itinerario fijo (taxis) han sido asesinados en Morelos, convirtiendo a la administración de Cuauhtémoc Blanco Bravo, uno de los más letales para este importante sector.

Es el municipio de Temixco, una de las zonas consideradas como «foco rojo», luego de que, del total de homicidios de operadores del transporte público, 32 han ocurrido en dicha localidad.

Víctor Mata Alarcón, presidente de la Coalición de Representantes del Transporte Público en Morelos, aseguró que la estrategia de seguridad aplicada por el Ejecutivo «no ha servido», y es la federación quien ha tenido que intervenir para reforzar la seguridad.

«Muchos de los compañeros taxistas a los que se les solicitan servicios en el municipio de Temixco lo piensan hasta 10 veces para ir, ya que es una zona altamente peligrosa para el transporte público en general, no solo para los taxistas, sino también para los operadores de las rutas, ahí tenemos el ejemplo de la Ruta 11, quienes incluso han dejado de prestar el servicio al ser amenazados y asesinados», dijo.

Otro de los municipios que catalogan los taxistas como riesgoso, es Huitzilac, «ahí de plano no entramos, hay zonas muy desoladas; los taxistas que brindan servicio colectivo son los únicos que suben, ahí dejamos que ellos se avienten el tiro, porque de plano nosotros no nos arriesgamos», denunció.

Víctor Mata atribuyó la alta incidencia delictiva a las nulas coordinaciones y pugnas entre la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES), instituciones que «priorizan temas personales y políticos que nos dejan a todos en la indefensión ante las operaciones de los criminales», concluyó.