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La Diócesis de Cuernavaca consideró que la inseguridad ha rebasado a las autoridades, aunque descartó que por el momento se busque un diálogo con el crimen organizado, como lo hicieron sus homólogos para pacificar el estado en Guerrero.

Al respecto, el vicario Tomás Toral Nájera explicó que actualmente la situación es “tan frágil” en Morelos que una reunión en lugar de mejorar, y disminuir los índices delictivos, podría “ocasionar algo fallido para este proceso electoral”, principalmente.

“El Obispo ha levantado la voz y en su mensaje ha sido duro contra los grupos criminales y les llamó la atención de una manera muy fuerte. Eso de sentarse, ya en un momento cuando sucedió lo de Guerrero, el Obispo dijo que si es necesario se puede hacer, pero en este momento no lo es”, afirmó.

Tras la masacre registrada este sábado 11 de mayo en la cabecera municipal de Huitzilac, destacó que hay “situaciones que van más allá de las manos de los gobernantes”, por lo que, como iglesia, los integrantes permanecerán apoyando a las personas y comunidades más afligidas, al destacar que la situación ya ha sido rebasada.

“Pedir el apoyo de las autoridades estatales y federales significa que es una situación que está yendo más allá de lo que una persona o una sola institución puede resolver. Vemos cómo la feligresía está siendo violentada y cada vez la carretera federal México-Cuernavaca es cada vez más difícil de transitar”, recordó.

Sin embargo, descartó que las iglesias consideren cerrar sus puertas o suspender misas en Huitzilac y, al contrario, reafirmó que su misión es la de acompañar a la feligresía en su dolor y sufrimiento, al referir que “cuando suceden este tipo de situaciones tan violentas, el pueblo necesita una palabra”.