Después de la protesta de trabajadores adheridos al Sindicato Único de Trabajadores del Poder Ejecutivo, donde exigieron el cese de Sandra Anaya Villegas de la Secretaría de Administración, el gobierno estatal ha emprendido acciones que vulneran sus derechos laborales y humanos, advirtieron representantes de la organización que enumeraron hechos como amenazas, hostigamiento, insultos y humillaciones por parte de la funcionaria.
Santiago Enrique Muñoz, líder del sindicato puntualizó que las agresiones van principalmente contra mujeres que laboran en la dependencia; «acabamos de conmemorar el Día Internacional para Eliminar la Violencia Contra la Mujer, donde distintas áreas participaron en eventos y carreras para concientizar sobre esta problemática y que, en medio de ese marco se den estos hechos, es muy lamentable», dijo.
Una trabajadora de dicha Secretaría -que pidió el anonimato- relató a La Jornada Morelos, que «un día después de la manifestación que hicimos aquí en el centro de Cuernavaca, nos fue informado que quedábamos impedidas de solicitar cualquier permiso, incluso para acudir a las escuelas por nuestros hijos; tampoco los podemos traer a las oficinas en caso de no tener con quien dejarlos si no tienen clases o salen temprano».
Acusó: «no podemos ingerir ningún alimento durante nuestra jornada laboral; no hay permisos para ir a consultas médicas, bueno ni siquiera para ir a realizar algún trámite personal a las oficinas del Instituto de Crédito. Todas estas órdenes e impedimentos se dan después de nosotros protestar para señalar actos irregulares en la Secretaría de Administración y tras pedir la salida de Sandra Anaya, no solo por despedir injustificadamente a nuestros compañeros, sino también para pedirle que libere las plazas que ella está ocupando en búsqueda de una candidatura para el 2024», reiteró.
La trabajadora señaló directamente a Daniel Martínez Estrada, director general de Recursos Humanos, quien, aparentemente bajo las órdenes de Sandra Anaya, vierte amenazas contra los empleados, incluso les advirtió de descuentos en sus salarios y levantarles actas administrativas si acudían a las movilizaciones.
Estas denuncias escalaron también a las amenazas que sufrieron los empleados durante el tiempo que Sandra Anaya buscó ser la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al gobierno de Morelos, pues de acuerdo con los relatos de los trabajadores, también eran obligados a asistir a los mítines.
En este sentido, acusaron directamente al director y ex director de Recursos Humanos, Daniel Martínez Estrada y Carlos Rodríguez Valles, mismos que fungieron como promotores de la imagen de la funcionaria, actividades que realizaron incluso dentro de horarios laborales.
«Ambos son incondicionales de la secretaria (Sandra Anaya Villegas), iban a los eventos de campaña de ella, incluso portaban playeras color verde con el logo del negocio de la señora «Tía Licha»; en los eventos que se llevaron a cabo en la «Monumental», en la colonia Barona de Cuernavaca, ellos vendieron bebidas embriagantes; usaron coches de la dependencia, estos que guardan en el estacionamiento del anterior congreso y la gasolina era cargada al gasto de la Secretaría», acusó.
Los señalamientos continúan en eventos posteriores, donde los trabajadores de confianza, principalmente, solventaron el gasto de organización de una carrera atlética que promueve Anaya Villegas en pro de los Derechos Humanos – a realizarse el próximo 10 de diciembre- donde se obliga a los empleados a participar pagando una inscripción de 250 pesos más la donación de un juguete con un costo mínimo de 200 pesos.
«En la publicidad de la carrera dice que habrá «unos juguetes de premio», eso se nos está obligando a comprar; algunos ya fueron llevados a su oficina y ella misma revisa cada uno, si no le gusta o considera que no es del costo exigido, simplemente los regresa, no sin antes mandar a traer a los trabajadores a la oficina de su secretaria particular donde hace jurar a los empleados que el costo fue de 200 pesos y pide que le muestren el ticket para comprobarlo. Este tipo de cosas y abusos padecemos los sindicalizados en esta dependencia», denunció la trabajadora.
