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La ciudadanía morelense votó en “absoluta libertad”, sin presión de ninguna índole.

En la jornada prevaleció una “amplia participación”, lo que contribuyó a consolidar el rumbo democrático.

Así lo constató el consejero presidente, Dagoberto Santos Trigo, al tiempo de emitir un reconocimiento a las y los funcionarios de las dos mil 577 mesas receptoras del sufragio, quienes “demostraron un auténtico espíritu republicano”.

De igual forma, expresó que la fase de cómputo, tras la clausura de las casillas, se hizo de manera sistemática, ante la presencia de los representantes de los partidos políticos y observadores electorales.

Ergo, los paquetes fueron trasladados a las sedes de los distritos comiciales federales y municipales, bajo una logística planeada con antelación. Éstos serán resguardados por integrantes del Ejército Mexicano, en las bodegas acondicionadas previamente; se volverán a abrir el miércoles cinco de junio, a partir de las 8:00, en que tendrá verificativo el escrutinio; es decir, “el momento crucial de recuento de votos”.

Agregó que al seno del órgano colegiado persistió un “diálogo intenso”, lo que sirvió para avanzar en la vigilancia general. Por tanto, la elección fue “determinante”.

Acotó que el mensaje emitido en las urnas fue diáfano: “la autonomía cívica y la preservación de las instituciones, como garantes de la salvaguarda de la soberanía”.

Puntualizó que, en suma, se refrendó la contemporaneidad del sistema democrático, que es la “única vía legítima que propicia la sucesión del poder público” en el estado y el país.

Santos Trigo refirió que la emisión del sufragio en Huitzilac (al norte de la capital) se efectuó de “manera tranquila”; no se suscitaron contratiempos ni hechos violentos. El aforo en las 29 casillas fue “cuantioso y ejemplar”.