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En el Centro de Investigaciones Químicas (CIQ) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), se están estudiando y diseñando compuestos moleculares derivados de las hojas de copal y el ácido gálico, que han demostrado tener efectos antiinflamatorios y anticancerígenos.

Laura Álvarez Berber, profesora investigadora de la unidad académica, mencionó que el árbol del género Bursera copallifera, comúnmente conocido como copal, se utiliza en ceremonias religiosas y prehispánicas como aromatizante. Sin embargo, algunas comunidades rurales emplean la resina como remedio para el tratamiento de enfermedades respiratorias y, en algunos casos, contra el cáncer.

«Otra de las especies estudiadas es la Bursera fagaroides, también conocida como copalillo. Es un árbol que produce una resina amarilla utilizada por algunas comunidades como té para el tratamiento del cáncer de mama y próstata. Sabemos que sus resinas contienen compuestos tipo lignanos, pero desconocemos las dosis adecuadas, que pueden ser muy tóxicas y tener efectos contraproducentes», informó.

La investigadora explicó que «no se conoce con certeza científica cuáles son las propiedades medicinales del copal, de dónde provienen, cuáles son sus efectos secundarios, por lo que fue necesario investigar más acerca de la especie Bursera copallifera, que es abundante en el estado de Morelos».

Con el trabajo de investigación en el que participan estudiantes de posgrado, Laura Álvarez descubrió que los lignanos que se encuentran en la especie Bursera fagaroides actúan en células del cáncer de próstata, mientras que la síntesis y derivados del ácido gálico estudiado tienen efectos sobre las células del cáncer de mama.

«Un problema que encontramos es que para la extracción de las resinas de copal se dañan las cortezas de los árboles, por lo que ahora se buscan las sustancias más importantes y las que tienen mejores efectos, en las hojas del árbol. Además, se ha iniciado un proceso de cultivo de células transformadas para obtener las sustancias anticancerígenas de las hojas de la Bursera copallifera o copalillo», añadió.

Álvarez Berber detalló que, «aunque existen medicamentos como el Taxol que sirven para el tratamiento del cáncer, las células de esta enfermedad se vuelven resistentes. Sin embargo, la combinación del fármaco anticancerígeno con el ácido gálico sensibiliza a las células infectadas por el cáncer y permite que el medicamento actúe de forma eficiente», agregó.

A pesar de los resultados, estas investigaciones están en fase preclínica desde hace varios años. Álvarez Berber resaltó que «se han publicado artículos científicos, hay una tesis de una alumna de posgrado y se han obtenido resultados importantes para eliminar células cancerígenas, tanto de mama como de próstata, dos de las enfermedades que más afectan a la población mexicana».

La investigadora explicó que actualmente se están realizando pruebas in vivo con ratones de laboratorio, siguiendo las reglas adecuadas de experimentación, para comprobar las propiedades anticancerígenas, y se han obtenido resultados satisfactorios, como la disminución de tumores de cáncer en los roedores, lo que permite avanzar a la fase clínica de experimentación.

Además de estos avances, se suma la obtención de las propiedades curativas y las células de suspensión sin necesidad de dañar las cortezas y raíces de los árboles de copal.