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La corrupción es uno de los principales factores que inciden en el incremento sostenido de los índices delictivos, factor preocupante dado que Morelos se encuentra entre los primeros lugares de corrupción a nivel nacional, aseguró el doctor Medardo Tapia Uribe, investigador del Centro Regional de Investigación Multidisciplinaria (CRIM) de la UNAM.

En entrevista, Tapia Uribe destacó que Morelos se sitúa también en el segundo lugar a nivel nacional en cuanto a la incidencia de homicidios dolosos. Estos, según explica, se generan principalmente por la falta de transparencia y la ausencia de rendición de cuentas por parte de los actores políticos.

“Desafortunadamente, la corrupción está estrechamente vinculada a la inseguridad y la violencia. Esto se debe a que la acumulación social de la violencia es generada por los gobiernos, en los cuales, desde luego, están inmiscuidos los representantes políticos. Esta situación lleva a que Morelos ocupe también el segundo lugar en homicidios dolosos, sólo superado por Colima”, expresó Tapia Uribe.

El investigador también lamentó que Morelos se ubique en el segundo lugar a nivel nacional en términos de impunidad y en el último en cuanto a la procuración de justicia penal. Estas circunstancias, en su conjunto, propician que la delincuencia mantenga un control sobre el Estado, sin que se observen resultados positivos en materia de seguridad.

“La raíz de la corrupción es la captura del Estado. Esto significa que los representantes políticos toman control del territorio a través de designaciones que, en muchas ocasiones, son cuestionables, como sucedió en la designación de los nuevos magistrados del Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Incluso, hubo denuncias de otros competidores que alegaron haber sido víctimas de sobornos a diputados”, concluyó Tapia Uribe.