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Con una oración dirigida por el Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, desde la iglesia de Tlaltenango, inició en Cuernavaca la Décima Caminata por la Paz en la que se congregaron cientos de familias, vestidas de color blanco para exigir un alto a la violencia en todas sus formas.

En esta edición el tema electoral tomó importante relevancia y el Obispo Castro Castro dijo saber que “la delincuencia está tratando de organizar y tratar de influir en las elecciones, y eso todo el mundo lo sabe y que está obligando a un sector del pueblo a votar por ciertos partidos”.

El mensaje que dio el Obispo, ya en el atrio de la Catedral de Cuernavaca, contuvo también la exigencia de un alto a los feminicidios, el apoyo desde las instituciones a las madres buscadoras y el cobijo que existe para ellas “en el camino de la fe”.

Las palabras del líder de la iglesia católica fueron contundentes contra los tres órdenes del gobierno, a quienes acusó de ser “omisos ante la severa problemática para defender sus intereses personales”.

Ramón Castro habló de un “castigo” para aquellos políticos que no han abonado para atender el problema de la violencia: “tenemos en nuestras manos, los votos de castigo para quienes han sido omisos”, refirió, seguido de aplausos de los asistentes.

Al paso del contingente, familias enteras se sumaban; avanzó por las principales calles de la capital, hasta el centro de la ciudad.

De acuerdo a los organizadores, aproximadamente 20 mil personas fueron los asistentes a la décima marcha por la paz en Cuernavaca, “Caminamos por La Paz, también para decirles a quienes viven y generan la violencia, que sí hay otras realidades, que se puede vivir sin lastimar a otros; caminamos por la paz sudando para mostrarle al gobierno que así, sudando es como se trabaja para combatir la inseguridad…caminamos por la paz porque la abrazamos y la anhelamos en cada rincón de Morelos”, fue el mensaje con el que el obispo concluyó tal ejercicio.