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Tras registrarse desde hace varios días mala calidad del aire en Morelos, así como en el Valle de la Ciudad de México, condición que duró tres días y dos horas, la más larga de los últimos cinco años, expertos advirtieron sobre las afectaciones que tiene no sólo en el ser humano, sino en todo el medio ambiente.

En entrevista para La Jornada Morelos, Magaly Hurtado Díaz, investigadora en Ciencias Médicas de la Dirección de Salud Ambiental del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), explicó que la resequedad, la irritación del tracto respiratorio, son padecimientos a corto plazo que pueden reducir la función pulmonar o agravar algunas enfermedades cardiovasculares o respiratorias que ya se tienen, como el asma en las personas.

Sin embargo, las repercusiones también son para los ecosistemas, pues algunas especies de plantas son más susceptibles a absorber los contaminantes del aire, a través de sus hojas o tallos, y cuando penetran les impiden su desarrollo y por lo tanto se causa un impacto ambiental que las deteriora.

Reveló que un exceso de ozono en las plantas obstruye su respiración, causando impactos en la fotosíntesis. En el caso de los animales, podría provocar algunos comportamientos extraños relacionados al apareamiento, ya cuando la exposición al mal aire es más a largo plazo.

“Por supuesto que se crea un desbalance. Por ejemplo, yo ya te hablaba de las plantas. El nitrógeno, por ejemplo, es nutriente esencial para ellas, pero el exceso en algunas puede causar desventajas y eso genera un desequilibrio generando así un aumento de plagas”, abundó.