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(Primera de dos partes)

 

 

Una mujer disparó contra el padre de su hijo durante una vista controlada en el DIF Municipal de Zacualpan de Amilpas, huyó y a la vuelta del inmueble se suicidó. Esa fue una noticia que irrumpió a través de medios de comunicación y redes sociales, el 2 de agosto del 2022 en Morelos.

Ese día la Fiscalía de Morelos informó mediante un comunicado de prensa que “de acuerdo con las primeras indagatorias se sabe que el masculino y la femenina acudieron al inmueble para la convivencia supervisada de un menor de edad, y en el área de estacionamiento la mujer accionó el arma de fuego en contra del hombre, y posteriormente, en calles aledañas, se habría privado de la vida”.

 

La mujer era Alma, una maestra educación básica en el oriente de Morelos, que de acuerdo a testimonios de personas cercanas -que solicitaron anonimato por lo delicado del caso- habría sido convencida por Jaime, el director de la escuela donde trabajaba, para que gestara a un bebé y luego se los entregara a él y a su esposa Adriana, debido a que ella no podía concebir.

 

Llegaron a un acuerdo en el que la pareja se haría cargo de todos los gastos, estudios y lo que se requiriera en el proceso de gestación, durante todo el embarazo y el día del alumbramiento; además de pagar otros gastos y dar compensación tras el parto.

 

Llegado el momento, Alma fue trasladada a la clínica de maternidad “Guerrero”, situada en la carretera Federal México – Cuautla en la colonia Miguel Hidalgo, donde dio a luz a un niño. Los médicos, personal de enfermería y administrativos, atestiguaron como el certificado de alumbramiento salió -por órdenes de los directivos- a nombre de Adriana y no a nombre de la mujer que parió al bebé.

 

Acto seguido, Jaime y Adriana buscaron registrar al pequeño pero en el Registro Civil Municipal se negaron a realizar el trámite debido a que sospechaban de alguna irregularidad «ya que nunca vieron embarazada a Adriana», detalló una persona que en ese momento laboraba en la alcaldía.

 

No obstante, tras algunas maniobras que Jaime habría hecho, desde la Dirección de Registro Civil del Gobierno Estatal intervinieron para que se realizará el registro bajo argumento de que se contaba con todos los requisitos de ley: certificado de alumbramiento con el nombre de la madre y credenciales de elector.

Apenas pasaron unos días y Alma se arrepintió. Buscó revertir el acuerdo, pero fue maltratada por la pareja e ignoradas sus súplicas.

 

Así que inició un proceso legal ante el Poder Judicial de Morelos reclamando el reconocimiento de maternidad del pequeño, argumentando que había sido sustraído bajo engaños debido a que ella sostenía una relación sentimental extramarital con Jaime.

Alma se ampara

En un primer momento las autoridades judiciales desecharon el juicio por considerar que el registro del bebé se realizó conforme a derecho, Alma con apoyo de sus abogados apeló y lo volvieron a desechar, es decir, no admitieron el juicio por considerar que no existía materia debido a que legalmente los padres eran Jaime y Adriana.

 

Entonces, Alma recurrió al Juicio de Amparo ante juzgados federales, ahí se observó que se tenía que revisar el procedimiento debido a que se estaban dejando de lado los derechos del infante.

 

Obligados a admitir el juicio, los jueces determinaron que mientras se agotaban las investigaciones la custodia del bebé permanecía en manos de Jaime y su esposa; además decretaron convivencias supervisadas a favor del Alma.

Una persona cercana a la maestra, que accedió a dar su testimonio bajo anonimato, relató que tras el parto y la separación abrupta de su bebé, Alma se deprimió mucho pero el deseo de recuperar a su hijo la mantuvo en pie y dando seguimiento a cada paso del proceso jurídico que prácticamente apenas iniciaba.

 

“Jaime tiene varios contactos así fue como logró hacerse del niño, primero movió todo en el hospital, luego en el Registro Civil y ya en el juicio también se movió con los jueces. Al parecer a Almita ya le había dicho que todo iba a favorecer a Jaime y ella estaba muy desesperada y quizá toda la violencia que sufrió en todo este tiempo y lo que estaba pasando en el juicio, la llevó a tomar una medida drástica aquel 2 de agosto”, dijo.

Acuerdo de maternidad subrogada

 

Cuatro días después, el 6 de agosto, Uriel Carmona Gándara, fiscal de Morelos, informó que la raíz del problema entre Alma y Jaime fue un acuerdo de maternidad subrogada.

 

“Respecto de la maternidad y paternidad de este menor, hay una discusión jurídica donde hay un tema que estamos viendo como emergente, que tiene que ver con un supuesto convenio de una maternidad asistida, de una especie de renta de un vientre que habría hecho la persona, sin embargo, en el estado de Morelos ese formato no existe jurídicamente”, declaró el funcionario

 

Además, reveló que la dependencia a su cargo investiga posibles actos de corrupción por parte de autoridades y médicos, al tratarse de un presunto caso de maternidad subrogada, de acuerdo a lo informado en Uno TV.

 

¿Qué es la maternidad subrogada?

¿Qué es o qué significa maternidad subrogada, gestación subrogada, renta de úteros o renta de vientres? De acuerdo con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE): “es un contrato a través del cual una mujer acepta gestar para una persona o pareja que tiene la intención de fungir como padre(s) o madre(s) de la niña o niño nacidos de dicho embarazo”, según lo destaca GIRE en su estudio Gestación Subrogada en México. Resultado de una mala regulación.

 

Preguntamos vía la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) a la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGE) y a la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción (FECC)¿cuántas denuncias tiene relacionadas con vientres subrogados?, pero hasta el cierre de esta edición aún no han respondido.

 

Falta de capacitación y desactualización normativa, problemas en Morelos

 

Rubén Jasso Díaz, exmagistrado y ex presidente del Tribunal Superior de Justicia de Morelos, explicó que desafortunadamente las y los jueces no están capacitados para atender casos de esta naturaleza.

 

“En primer lugar en Morelos no está legislado un modelo de vientres subrogados y las normatividad es muy ‘cuadrada’, de tal forma que un juez o una jueza se apegan a lo que establece en este caso el Código de Familiar para el Estado Libre y Soberano de Morelos y por eso determinaron que no había materia en esta exigencias de la demandante”, dijo.

 

Ante la falta de conocimiento sobre este tipo de casos “se olvidaron de los derechos del menor”. El experto en derecho advirtió que la normatividad existente en la entidad está desactualizada de la vida real.

 

“En el estado de Morelos no están reguladas estas prácticas y los jueces lo desechan en una falta de conocimiento y preparación, los jueces no están preparados para velar los derechos del menor en medio de una situación atípica legalmente”, comentó.

 

Además, explicó que si Alma hubiera continuado el proceso, se tendría que haber solicitado una prueba de ADN y aseguró hubiera obtenido la razón, pero lamentablemente la falta de una legislación y de capacitación llevó a la muerte de una mujer.

 

Desde su punto de vista, debe existir una reforma al Código Familiar para el Estado de Morelos y se tiene que adicionar todo un Capítulo sobre la maternidad subrogada y reformar la Ley General de Salud.

 

 

La subrogación en Morelos, una realidad silenciosa

 

La historia de Alma no es el único caso que se ha tenido en Morelos, de acuerdo a la tesis de Doctorado denominada: “Inseminación artificial y familia. Análisis y regulación en el código familiar del estado de Morelos”, Jasso D. (2011) desde el 2010 ya había registros de casos de personas que recurrían en Morelos a la subrogación de vientres, servicio que era ofertado abiertamente por clínicas de maternidad asistida y mediante anuncios espectaculares.

 

Carlos Eduardo Lang López, abogado especialista en derecho familiar, aseguró que desde hace varios años en Morelos ya existen casos de gestación subrogación, eso ya es una realidad”.

 

Hasta este momento ha llevado seis casos, el primero en 2016 y ha dado asesoría jurídica altruista a otros casos más que al final por diversas razones (entre ellas falta de recursos, falta de tiempo o por miedo) no se concreta el juicio donde se demanda el reconocimiento de la maternidad o se reclama la pensión para la o él bebé.

 

Lang ha detectado, en los casos que le ha tocado litigar directa o indirectamente a través de las asociaciones a las que pertenece o apoyando a otros colegas, que en la mayoría de los casos, las personas que optan por la maternidad subrogada “lo hace solo con acuerdos verbales y no hay un documento de por medio debido a la falta de regulación en la materia”.

 

Y llega el arrepentimiento por una de las partes, casi siempre de la madre gestante y entonces empieza el problema legal porque “la falta de regulación deja mucho a la interpretación de los jueces”.

 

Ejemplificó con uno de los casos más recientes que atiende. Fue contratado por Sonia, nombre ficticio que utilizaremos para resguardar los datos personales, la madre gestante que reclama reconocimiento de paternidad y pensión para su hijo.

Sonia fue convencida por una pareja heterosexual (hombre y mujer) para gestar a su bebé y ella aceptó aparentemente porque conocía a una de las partes.

Ella prestó sus óvulos, su vientre y fue una inseminación artificial.

 

El acuerdo fue que la pareja cubriría los costos de todo el proceso, garantizando atención médica y todo lo necesario de forma previa, durante y después del embarazo, además de un pago de más de 300 mil pesos al finalizar.

 

“Previo al alumbramiento se presentó cierto incumplimiento con el acuerdo y eso propició que la madre gestante (Sonia) se replanteará la situación y se arrepintió del acuerdo. Ella logró por su cuenta dar a luz en una clínica de su elección, ya sin el acompañamiento de la pareja”.

 

Ilustración cortesía de la autora