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Morelos enfrenta niveles de contaminación con partículas de hidrocarburos por encima de la media nacional. Esto se debe al impacto causado por el tráfico vehicular en la Autopista del Sol, así como la proximidad a grandes ciudades como la Ciudad de México, Puebla y el Estado de México, sumado a las emisiones del volcán Popocatépetl, afirma el profesor investigador del Centro de Investigaciones Químicas (CIQ) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Hugo Albeiro Saldarriaga Noreña.

El especialista en el estudio de la calidad del aire, suelo y agua destaca que durante las temporadas invernales se registra una baja calidad del aire, lo que resulta en un aumento de enfermedades cardiorrespiratorias en niños y adultos mayores debido al transporte y la dinámica de los contaminantes impulsados por los vientos.

Utilizando métodos de química analítica, el investigador detectó que los contaminantes atmosféricos, como las partículas en suspensión menores a 2.5 micras, emitidas por vehículos, industrias, polvo en suspensión, metales pesados y compuestos orgánicos e hidrocarburos provenientes de la quema de vegetación y combustibles, representan un riesgo para la salud respiratoria de la población, ya que ingresan directamente a los pulmones, ocasionando diversas enfermedades respiratorias.

Como resultado de la investigación sobre contaminantes atmosféricos, se han actualizado las normas oficiales ambientales y los límites permitidos para la emisión de contaminantes en áreas metropolitanas, incluyendo la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Morelos, como parte de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces) del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología (Conahcyt).

Los estudios de química analítica ambiental aplican técnicas instrumentales en diversas áreas, como medicina y agricultura, con el objetivo de validar y optimizar metodologías, generar certezas científicas y detectar contaminantes tanto orgánicos como inorgánicos.