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La Fototeca “Juan Dubernard Chauveau” a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) posee parte del acervo del fotógrafo y antropólogo morelense Adalberto Ríos Szalay; una colección que el mismo fotógrafo seleccionó y donó antes de fallecer, el pasado jueves 28 de marzo del 2024.
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La delegación estatal exhortó a la ciudadanía a visitar su obra en su sede en la colonia Acapantzingo en Cuernavaca, a fin de conocer el trabajo del artista, testimonio de la pasión que siempre tuvo por su el estado de Morelos, su historia y tradiciones.
Esa es su valía, sostuvo el titular del repositorio, Erick Alvarado Tenorio, al puntualizar que cada fotografía está acompañada de un texto informativo que brinda contexto, y que es resultado de los aportes del equipo multidisciplinario del Centro INAH Morelos.
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“Fue un fiel acompañante de los procesos que el INAH ha desarrollado en pro de la conservación, estudio y difusión del patrimonio material e intangible estatal. La perspectiva antropológica es evidente en su trabajo documental. Tuvo relación con comunidades purépechas, rarámuris, seris, yaquis, mayas, tzotziles, tzeltales, zapotecas, huaves y, obviamente, nahuas y mestizas de Morelos. Comentaba que, antes de fotografiar, permanecía varios días con las familias tratando de generar confianza y contar con su permiso para documentar, y lo lograba”, compartió.
Se recibió en donación del gestor cultural alrededor de seis mil 500 imágenes digitales del citado acervo: retratos de las costumbres y la diversidad cultural, inmuebles históricos y arqueológicos de esta entidad.
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Los primeros registros de este fondo datan de inicios de los años 80 del siglo XX, y refieren al trabajo de familias de Chalcatzingo en la elaboración de cuexcomates, almacenes en los que se guarda el grano para mantenerlo fresco y seco.
También puede admirarse a color la volumetría de los monumentos de Xochicalco, Chalcatzingo y Teopanzolco, entre otros sitios arqueológicos, de las haciendas azucareras y la arquitectura religiosa de la entidad, incluso sus ruinas, tras los sismos del 2017.