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Carlos O. Morales.

La procesión sale de Sacatierra, el sol ha bajado de intensidad, sus rayos aún se dejan sentir. Los cohetes y la banda de viento marcan el inicio de una caminata que da inicio a la celebración pagano-religiosa de un pueblo como San Antonio Analco. Una comunidad de las primeras razas que habitaron el antiguo señorío del Cuauhnahuac.

Orgullosa, la ayudante del pueblo de San Antonio, Paloma Martínez, habla de la responsabilidad de encabezar la celebración del Santo Patrono, San Antonio de Padua. Una imagen que representa a San Antonio, cuando aún era fraile, siendo visitado por el Nino Jesús.

En las puertas del cementerio de La Leona, donde la mundanal grandeza se vuele polvo, los cohetes truenan, explotan uno tras otro, mientras los antiguos aztecas reencarnan en quienes harán sonar los huilacapiztli, (las sonajas, los guajes, los tortolitos y silbatos).

El aire se impregna con el olor del copal y el sonido del atecocolli, una caracola que anuncia el paso de la gente y especialmente los hijos del antiguo Anáhuac, los danzantes ataviados con sus penachos de colores, sus maxtlalt (taparrabos) y sus ayoyotes, los inconfundibles cascabeles que suenan a cada paso y brinco, mientras el teponaxtle y el huehuetl anuncian la algarabía y el paso del santo patrono, San Antonio de Padua.

Desde el callejón del Salto hasta la última privada de la avenida H. Preciado, un pueblo valeroso, es encabezado por la tumare nana, Martha Solé Valois, sus danzantes la apoyan, la valiente mujer de amplia trayectoria hoy se mueve en sillas de ruedas, y eso no impide, que haga sonar su teponaxtle, y llevar al mismo tiempo, su bien ganado, su bastón de mando.

Y mientras Paloma Martínez, vigila y dirige que todo salga como fue planeado, tres tecuhtli (señores o gobernadores de los señoríos de San Antonio Analco, Acapantzingo y el antiguo Cuauhnahuac) se suman con Martha Solé Valois, cada uno con su bastón de su respectivo.

La marcha hace un alto en la avenida, para que el huehuetl, y la caracola se hagan sonar, el ritmo de la danza habrá de aumentar, y ahí, en plena avenida Imelda, ataviada de un cuestli negro y un hermoso penacho de plumas, danzara con energía y alegría para moverse en el aire a su antojo, moverá su cadera y doblara sus piernas en una frenética y mágica danzarina, la magia y el esplendor de nuestras raíces se hace presente, ahí en el pueblo de San Antonio Analco.

Conforme se avanza a la Iglesia de San Antonio, la gente poco a poco se suma, se integra a esa masa multicolor de hombres, mujeres, niños y adultos mayores, y dejan fluir sus pasiones, su amor por el Santo Patrono, por su calle, su pueblo.

Aquí, colonias como Carolina y San Antón, Centro y Amatitlán, Acapantzingo y Alta Vista serán bienvenidos, la fiesta, la celebración pagano-religiosa, es para todos, desde este fin de semana y hasta el martes 13 de junio, San Antonio de Padua, muy venerado, será objeto de todo el amor y cariño de la gente, un santo al que todos le piden lo mismo: ¡San Antonio, bendícenos!.

Los juegos mecánicos, las tazas, los caballitos, el remolino y la clásica ruedan de la fortuna han quedado instalados, igual sucede con los puestos, de elotes preparados, esquites, algodones, tacos al pastor y de suadero, tortas, hamburguesas, paletas y helados, las micheladas, las gorditas y los sopes, el templete para la música en vivo, y hasta puestos de chácharas y cosas usadas son ya los anfitriones quienes les darán la bienvenida al 498 aniversario de San Antonio de Padua.

Este fin de semana, en lo religioso, San Antonio de Padua fue bajado de su nicho, de su altar, y figura junto con el Nino Dios, bendecidos por el párroco, ante la alegría y cariño de la gente, por eso, ahí en la pequeña iglesia, sonaron los instrumentos de la banda de viento de la Unión de Huajintlan, sonaron las mañanitas y las fanfarrias, para dar paso, a la danza prehispánica.

Fue una celebración única, todos los vecinos, miraron como la gente de penachos y taparrabos, tambores, caracola y el intenso olor del incienso, del copal, danzaron para San Antonio de Padua. Los danzantes abandonaron la iglesia para que el padre concluyera la misa de celebración.

Finalmente, será el próximo martes 13 de junio cuando se viva el mejor día, el principal en una celebración que nos marca el camino de un mañana que deseamos bajo la protección del Santo patrono San Antonio, sea prometedor y lleno de cosas buenas…

Foto: Carlos O. Morales.

Pie de foto:

“Desde este fin de semana y hasta el martes 13 de junio, San Antonio de Padua, muy venerado, será objeto de todo el amor y cariño de la gente, un santo al que todos le piden lo mismo: ¡San Antonio, bendícenos!”

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