loader image

Entre adeudos, inseguridad, difícil acceso a la atención médica y riesgo hasta dentro de las aulas, alrededor de 50 mil maestros de escuelas públicas y privadas de todos los niveles festejan hoy su día en Morelos con el agradecimiento de la sociedad a la que, pese a las condiciones siguen sirviendo con vocación.

La inseguridad desde la periferia hasta el aula

Entre el 15 de mayo del 2023 y el de 2024, las escuelas donde los maestros trabajan han sufrido, además de los problemas comunes de infraestructura y servicios públicos, por la inseguridad en sus alrededores, lo que ha llevado a suspender temporalmente las actividades escolares en más de treinta planteles de educación básica y media superior; actualmente, quince escuelas en Huitzilac mantienen la modalidad de clases virtuales desde el pasado lunes y hasta nuevo aviso.

Además, al magisterio sido víctima de delitos que van desde los asaltos y extorsión que son frecuentes en la zona oriente del estado, hasta el asesinato de dos maestras en hechos diferentes en Cuernavaca. A ello se suman las amenazas y agresiones que han recibido algunos docentes dentro de las aulas por parte de estudiantes de secundaria y hasta de padres de familia.

La dificultad de acceder a servicios médicos

Los maestros de escuelas públicas marcharon el 22 de abril para demandar mayor calidad y disponibilidad de los servicios médicos que, por ley, les proporciona el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), si bien la marcha logró su propósito, el rezago en consultas y procedimientos quirúrgicos acumulado en por lo menos seis años, llevará meses en regularizarse, según admite la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Los maestros de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos tienen acceso al Instituto Mexicano del Seguro Social. Una de las preocupaciones que expresaron en la marcha del primero de mayo fue la urgencia de renegociar los adeudos que la institución tiene con el Seguro Social para evitar que se pierden el servicio y los derechos de los trabajadores y que los adeudos se vuelvan impagables.

Pero hay otro grupo de maestros, no tan numeroso, que ofrece servicios para escuelas privadas, por contratos que cubren breves periodos y no son registrados ante el IMSS ni ninguna otra institución de servicios médicos. Alrededor de dos mil trabajadores de la educación en Morelos no cuentan con seguridad social, de acuerdo con la estimación del IMSS que promueve la incorporación de los docentes a través de la incorporación voluntaria al régimen obligatorio de seguridad social con una cuota superior a los 10 mil pesos, o del seguro para familias, que establece cuotas por beneficiario que van de los 3 mil 900 pesos a los 10 mil 800.

Una autoridad omisa

A este panorama, las maestras y maestros de Morelos deben sumar, en la educación básica, el problema de la autoridad que omite pagos y deja acumular adeudos y regularizaciones de plazas.

El Instituto de la Educación Básica mantiene adeudos con cientos de trabajadores por nuevo ingreso, cobertura de interinatos, horas adicionales, y prestaciones diversas que no han sido liquidados. Frente a ello, la sección 19 del SNTE ha insistido en el pago inmediato y si bien en algunos casos ha tenido resultados, los adeudos continúan afectando la economía de los trabajadores.