Ixlol Preciado Bahena recibió el Premio Estatal de Derechos Humanos “Carlos Celis Salazar”
Ixlol Preciado Bahena, psicóloga y activista por los derechos de las mujeres y ahora Premio Estatal de Derechos Humanos “Carlos Celis Salazar” 2023, es reconocida en Morelos como una de las más dedicadas promotoras de una vida libre de violencia contra las mujeres. Su actividad no sería fácil en ninguna parte del mundo, pero se vuelve mucho más complicada en un estado con uno de los mayores índices de violencia contra las mujeres con delitos como feminicidio, violación, y violencia intrafamiliar, entre otros.
Es “un camino que de pronto parece infinito”, dice Ixlol tras el podio del Salón de Comisiones del Congreso del Estado de Morelos, “con el cúmulo de sabiduría de quienes nos han predecido y el entusiasmo de quienes vienen detrás”.
La pequeña ceremonia con que el Congreso del Estado y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos honran a la activista contrasta con lo larga que es la defensa de los derechos humanos, que ella llama “dura, sinuosa, incomprendida… incluso llegas a caer mal, e incluso hay quienes exigen a las personas activistas que nos manifestemos, como si fuera una obligación y no un derecho adquirido”, pero reconoce que también hay muestras de gratitud de quienes se sienten respaldadas.
El mundo sí puede ser mejor, y una pequeña acción puede ser parte de una cadena que transforme este mundo en uno donde quepan muchos mundos, asegura y advierte que ser feminista no es moda, ni ver solo la oportunidad de destacar; ser feminista es una forma de pensar, sentir, vivir y actuar en congruencia para que niñas, mujeres y adolescentes, lleguemos al ejercicio pleno de los derechos.
Ixlol resume con un gesto de dolor su trabajo de recopilación de información sobre los feminicidios en Morelos, que constantemente se actualiza con la víctima y circunstancias del delito, “siempre llega el momento en el que pienso en los últimos minutos de ella, en lo que sintió, lo que pasó por su mente al ser torturada, lastimada, en la mayoría de los casos por alguien a quien conocía, a quien creyó amar. Siento coraje, impotencia e infinita tristeza”, añade mientras su voz parece quebrarse por el dolor.
El conteo se hace día a día, mes a mes, año con año, “las cosas no cambian”, lamenta. 30 feminicidios en el 2016, 39 en el 2019, y ya 38 en el 2023; “a veces puedo seguir, tengo que seguir; no puedo sólo no ver, ni esperar una convocatoria para exigir justicia o unirme a una causa solo en ciertas fechas…. Porque estoy harta de que puedan asesinar mujeres solo porque crean que son suyas, o que puedan matarlas `porque se lo buscó´, y miles de pretextos estúpidos que justifican su misoginia, las asesinan simple y llanamente porque pueden, porque saben que no les va a pasar nada; porque María, Lourdes, Sandra y muchas más quedarán en el olvido y no encontrarán justicia, y es por eso que hoy comparto esto”.
Y reta a los presentes “¿les parece fuerte? ¿creen que es grotesco o agresivo? Pues fuerte, grotesca y agresiva es la realidad vivida por las mujeres, niñas y adolescentes. Violenta e inhumana la forma en que todas esas mujeres, de las cuales guardo los datos con la esperanza de poder hacer algo, fueron asesinadas”.
“Es claro que no se tiene que inventar el hilo negro, ni construir nuevos mecanismos, hay un marco normativo muy robusto en México… hay una ruta clara para las instituciones… Sólo hay que regresar a revisarlas y garantizar que se implementen… El efecto de la inacción se sigue viendo en el incremento de las cifras de feminicidio en el país, y claro, en Morelos. Que son evitables si el estado activara los mecanismos establecidos. No se trata de aumentar las penas, el punitivismo no va a resolver nada. Se requiere un cambio integral en la estructura del Estado”, advirtió.
Antes, el diputado Alberto Sánchez Ortega, presidente de la Comisión de Justicia, Derechos Humanos y Atención a Víctimas, había señalado: “los Derechos Humanos son el único elemento en que podemos sustentar los cambios que como país y estado demandamos para alcanzar la meta de la justicia y la legalidad en la paz”.
El legislador recordó que “en el marco del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia en Contra de las Mujeres; de los 16 días de activismo contra la Violencia de Género y el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, es una gran oportunidad para sumarse al llamado de una vida libre de violencia contra las mujeres y contribuir así a construir un mundo libre de discriminación, violencia y desigualdad”.
El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Raúl Israel Hernández Cruz, entregó la presea a Ixlol reconociendo que la promesa de la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la ONU en 1948, de dignidad e igualdad en derechos, ha estado sometida a ataques, y las personas se sienten frustradas por lo que consideran inacción e incapacidad de gobiernos e instituciones para proteger los derechos humanos.
Recordó que México enfrenta una crisis de derechos humanos que tiene entre sus principales causas la incapacidad del Estado para brindar a las personas la garantía de sus derechos, teniendo como sus expresiones más persistentes la desigualdad, la pobreza, la violencia y la impunidad, así como los obstáculos y limitaciones que han enfrentado las víctimas para acceder, gozar y ejercer sus derechos humanos.
El Jurado del premio estatal estuvo integrado por Ada Mirna Mercado Ramos, Blanca Estela Kempis Robles y Emma Ortega Cardona, y se determinó la entrega de una mención honorífica para José Antonio Aguirre de la Torre, por su destacada labor en la promoción y defensa de los derechos humanos de las personas con discapacidad y su activismo a favor de las personas damnificadas.
En el acto estuvieron también el diputado Ángel Adame Jiménez, el fiscal Anticorrupción Juan Salazar Núñez y la titular del Instituto de la Mujer del Estado de Morelos (IMM), Guadalupe Isela Chávez Cardoso, además de representantes de diputadas y diputados, de organizaciones civiles, activistas, colectivas y funcionarios de distintos niveles de gobierno e instituciones académicas; quienes se quedaron con la tarea impuesta por Ixlol al terminar su discurso: “en el mundo, en México y en Morelos, ni una menos”.
