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La Diócesis de Cuernavaca reconoció en este 10 de mayo a todas las mamás en su día, especialmente a las madres buscadoras, quienes no tuvieron nada que festejar y, al contrario, luchan todos los días por encontrar a sus hijos, quienes han desaparecido y muchos de ellos han sido localizados sin vida, víctimas de la violencia.

En entrevista, el vicario Tomás Toral Nájera lamentó que en Morelos muchas de ellas viven los festejos con dolor, por lo que las conminó a no perder la fe ni la esperanza, al referir que se han convertido en un ejemplo para la sociedad por su labor, incluso, humanitaria, al encontrar cuerpos y reconocerles por su nombre, no como cifras.

“Tienen que ser ejemplo para la sociedad, en el sentido de la esperanza. No podemos perder la esperanza, a pesar de que haya mucha oscuridad. Es demasiada oscuridad en medio de la sociedad. Exigimos la justicia necesaria para que estas búsquedas puedan llegar a los reencuentros”, dijo

De acuerdo con cifras de organismos independientes dedicados a la protección de derechos humanos, en Morelos existen cerca de tres mil 300 personas que se encuentran desaparecidas en el estado de Morelos.

La Iglesia también es víctima de la delincuencia

En el mismo contexto de violencia, Toral Nájera informó que las iglesias continúan siendo víctimas de la delincuencia, al referir que van al alza las incursiones de personas que roban sacramentos, alcancías o bocinas, así como también, han recibido llamadas telefónicas para extorsionar, que en los últimos meses se han agudizado.

“Utilizan también las redes para extorsionar, ya sea a las secretarias de algunas iglesias o a los mismos sacerdotes. Es una constante porque al final todos participamos de los mismos medios, teléfono, Internet, redes sociales y es el pan de cada día. Debemos de estar muy atentos los feligreses, los ciudadanos y también nosotros”, abundó.